BLOG ORLANDO TAMBOSI
Formado atualmente por uma rede de 31 satélites, seus sinais são hoje imprescindíveis tanto em aplicações civis quanto militares. Manuel Sánchez Ron para El Cultural:
El
GPS (Global Positioning System; Sistema de Posicionamiento Global) es
uno de los sistemas de alta tecnología más utilizados y conocidos: los
llevamos en nuestros coches y teléfonos inteligentes, y es fundamental
para muchos requerimientos civiles y militares (cartografía, salvamento,
agricultura, gestión de flotas, guiado de misiles etc.).
Constituido
actualmente por una red de 31 satélites operativos que orbitan en torno
a la Tierra, el GPS es un elaborado sistema de emisión y recepción de
señales y de triangulación que permite determinar la posición de
cualquier objeto situado sobre la superficie terrestre. Para que este
sistema funcione con la precisión adecuada, para que no se produzcan
desviaciones que distorsionen la localización que ofrece, es
indispensable que los relojes atómicos situados en los satélites y en la
superficie de la Tierra estén perfectamente sincronizados.
Y en este punto aparecen dos teorías que creó Albert Einstein:
la teoría especial de la relatividad (1905) y la teoría general de la
relatividad (1915). La primera refina la física del movimiento formulada
por Isaac Newton
en 1687, con el resultado de que las medidas de intervalos de tiempo y
de espacio dependen del estado de movimiento de quienes hacen las
medidas; mientras que de la teoría general, que se ocupa de la fuerza
gravitacional, se deduce que nuestras medidas de tiempo se ven afectadas
por el valor del campo gravitatorio.
Tales
efectos toman protagonismo cuando intervienen satélites que se mueven
con respecto a la Tierra a gran velocidad y en lugares donde la fuerza
gravitacional no es la misma que en la superficie terrestre. Por
consiguiente, según la relatividad einsteiniana el tiempo pasa de manera
diferente en el reloj del satélite que en el de la Tierra. Es preciso,
por tanto, realizar las correcciones oportunas para la sincronización.
Si no se utilizasen las dos teorías relativistas, los GPS dejarían de
ser útiles pasados unos dos minutos, y al cabo de un día darían
posiciones con errores del orden de 10 kilómetros.
El
papel, imprescindible, que desempeña en un sistema tecnológico una
ciencia tan básica como la que representa las teorías de la relatividad,
se utiliza frecuentemente para defender el valor de este tipo de
ciencia. Y está bien y es justo que así se haga, pero hay más. Y en ese
“más” figura el papel que, en este y otros casos, ha desempeñado el
mundo militar.
El
origen del GPS hay que situarlo en las investigaciones que ARPA
(Advanced Research Project Agency; Agencia de Proyectos de Investigación
Avanzados), una organización dependiente del Departamento de Defensa de
Estados Unidos, creada en 1958 – en 1972 cambió su nombre a DARPA, la
“D” por “Defense”– llevó a cabo, en el contexto de la guerra fría y de
la guerra de Vietnam (que se mantuvo, recuérdese, hasta 1975), para
dirigir con precisión los proyectiles (misiles submarinos Polaris) que
se lanzaban a objetivos seleccionados.
El
proyecto, secreto, se llamó inicialmente TRANSIT y comenzó en 1957,
pero fue en 1959 cuando ARPA contrató al Laboratorio de Física Aplicada
de la Universidad Johns Hopkins para que creara el primer sistema de
posicionamiento utilizando seis satélites, tres activos y tres de
repuesto.
Además
de responder a necesidades surgidas de la guerra de Vietnam, TRANSIT se
debe entender como reacción ante el lanzamiento por parte de la Unión
Soviética del primer satélite, el “Sputnik I”, que generó una profunda
crisis en Estados Unidos. James Killian, que llegó a ser asesor del
presidente Eisenhower para ciencia y tecnología, se refirió en los
siguientes términos a la alarma que se produjo en Estados Unidos tras el
anuncio del logro soviético: “Al lanzar sus señales al espacio, el ‘Sputnik I’
creó una crisis de confianza que barrió el país como el viento
huracanado del incendio de un bosque. De la noche a la mañana, se
desarrolló un amplio temor a que el país se encontrase a merced de la
maquinaria militar soviética y que nuestro gobierno y su brazo militar
hubiesen perdido repentinamente el poder de defender a la propia
patria”.
Tras
varios lanzamientos fallidos, TRANSIT comenzó a operar en junio de
1963. Y lo hizo para ser utilizado exclusivamente por los servicios
oficiales estadounidenses: llevaba un sistema para que en caso de que un
operador privado consiguiese acceder a él, la información que obtendría
le daría una ubicación alejada más de cien metros de la real.
Durante
la década siguiente, la Armada y la Fuerza Aérea estadounidenses
desarrollaron sus propios sistemas de navegación basados en satélites,
pero en 1973 el Pentágono ordenó a DARPA que creara un único sistema que
pudiese ser utilizado por todos los servicios militares. El resultado
se denominó NAVSTAR Global Positioning System. Por último, en 1989 entró
en funcionamiento un conjunto de 24 satélites que permitían a los
militares estadounidenses cubrir toda la Tierra, fuesen cuales fuesen
las condiciones atmosféricas, y en tiempo real.
Ya
en la década de 1990, con el desarrollo de la tecnología
correspondiente, varias compañías europeas comenzaron a desarrollar
sistemas GPS para uso civil, por lo que, para mantener a su nación en la
frontera de esa nueva industria floreciente, en mayo de 2000 el
presidente Clinton decidió abrir el GPS desarrollado por DARPA a
cualquier usuario, aunque hasta la actualidad la propiedad continúa
siendo de la Fuerza Espacial de Estados Unidos.
Otro
ejemplo destacado en el que intervino DARPA tiene que ver con Internet.
Tradicionalmente, se ha asignado su creación al CERN y a Tim
Berners-Lee, quien en 1989 creó la WWW. Sin embargo, se han dejado de
lado las aportaciones anteriores de DARPA donde se desarrolló ARPANET,
un sistema de comunicación entre computadoras cuyos primeros nodos se
establecieron a finales de la década de 1960 en centros de las
universidades de Stanford, California en Santa Bárbara, y Utah.
En
1972, funcionaban 24 nodos, uno de ellos en el Pentágono; en 1973, 36
conectados vía telefónica, más uno en Hawái que utilizaba conexión vía
satélite. Protocolos como TCP (Transmission Control Protocol) e IP
(Internet Protocol), creados entonces, continúan utilizándose en la
actualidad en Internet. Es agradable pensar que han sido sobre todo la
ciencia y la tecnología “civiles” las que han moldeado apartados
fundamentales del mundo actual, pero la realidad es que el papel del
mundo militar en absoluto ha sido menor.
Postado há 6 days ago por Orlando Tambosi
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