Em artigo publicado pelo Instituto Cato, Carlos Rodríguez Braun afirma que os últimos 40 anos não podem ser qualificados como predomínio do chamado "neoliberalismo":
La
habitual combinación progresista de arrogancia y desconcierto apareció
en un artículo en El País titulado: “Biden quiere enterrar la herencia
neoliberal”. En su página web el diario era aún más extremo: “Joe Biden
quiere enterrar 40 años de hegemonía neoliberal”.
El
texto de Claudi Pérez era diáfano en la idolatría que suscita el
presidente norteamericano, y también en el riesgo que esa ofuscación
conlleva. Por ejemplo: “El presidente de Estados Unidos es más ambicioso
que los líderes europeos en buscar soluciones para reactivar la
economía con un programa de estímulos sin precedentes”.
Está
claro que le gusta por sus ambiciones reactivadoras sin precedentes. Ni
una línea dedica el periódico a considerar la posibilidad de que el
gasto público no sea gratis, y que su coste pueda tener
contraindicaciones. Pero dejemos esto de lado, porque esta forma de
argumentar del estilo economía vudú está bastante generalizada. Pongamos
el foco en aquello que el épico Biden quiere enterrar: el
neoliberalismo.
No
hay duda de que eso es para don Claudi una cosa malísima, que es mejor
sepultar para sustituirla por una cosa muy diferente y mejor. Esta es su
espectacular definición del neoliberalismo: “se resume en
desregulaciones, menos impuestos, privatizaciones, globalización y, en
fin, el poder magnético de los mercados eficientes por encima de casi
todas las cosas”.
Señora,
según El País, por tanto, hemos tenido cuarenta años, cuarenta, de
bajadas de impuestos, y de una nítida retirada del Estado en beneficio
del sector privado y el mercado.
En
El País no pueden ignorar que eso que dicen no es verdad. Usted y todos
sabemos que los impuestos no han bajado, y que ningún Estado del mundo
se recortó de manera apreciable. Lo habríamos notado. Don Claudi, en
lugar de pontificar que la presión fiscal y las regulaciones han caído
durante cuatro décadas, podría haberse molestado en echar un vistazo a
las cifras, o al B.O.E., o en hablar con algún contribuyente.
Ante
tan flagrante distorsión de la realidad, sospecho que la explicación
puede estar en la fecha: 40 años. Es decir, las tremendas décadas de la
crisis del comunismo y las grietas del Estado de bienestar, que dejaron a
las izquierdas sumidas en el desconcierto. De momento, lo están
intentando superar inventándose que hemos vivido cuarenta años,
cuarenta, de una increíble “hegemonía neoliberal”.
Este artículo fue publicado originalmente en La Razón (España) el 23 de junio de 2021.
BLOG ORLANDO TAMBOSI
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