O professor e economista Roberto Cachanosky
considera que, do ponto de vista econômico, o governo de Macri já não
tem margem para chegar ao sucesso econômico que poderia levá-lo à
vitória nas eleições de outubro:
La difícil situación electoral que se le presenta al Gobierno de cara
a las elecciones de octubre ha llevado a comentarios demasiado
voluntaristas en términos que el gobierno tiene que mostrar una fuerte
iniciativa de aquí a las elecciones para remontar el resultado adverso.
La realidad es que si el resultado electoral tiene que ver con el mal
desempeño de la economía desde abril de 2018 hasta ahora, ya no queda
mucho margen para revertir el malhumor de la gente en base a la
economía. Obviamente, estoy partiendo del supuesto que el resultado
electoral adverso del oficialismo se debe, fundamentalmente, al tema
económico.
Si bien el Gobierno logró dominar el mercado de cambios con fuerte
apoyo externo y altísimas tasas de interés, y consiguió bajar la tasa de
inflación mensual frenando la expansión monetaria, pisando el tipo de
cambio y postergando los ajustes de las tarifas de los servicios
públicos, el impacto de la recesión fue tan fuerte que el voto castigo
no parece venir solo de los sectores más humildes, sino de una clase
media que vio caer su poder adquisitivo y su nivel de vida, además de la
creciente desocupación.
Dos grosores errores cometió el gobierno de Cambiemos que hoy le
cuesta un resultado de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias
(PASO) sumamente adverso. El primero es nunca haber contado la herencia
recibida y apostar al optimismo y el entusiasmo. Demasiado voluntarismo
y poca ciencia. El segundo error fue creer que no se requería de un
plan económicoque generara un shock de confianza para ir avanzar luego
en forma gradual en las reformas.
El problema que se presenta de aquí a octubre es que el resultado de
las PASO deja en la puerta de ganar las elecciones al kirchnerismo, una
alianza electoral fuertemente populista y con aliados claramente
adversarios de toda reforma económica necesaria para entrar en la senda
del crecimiento. Pino Solanas como primer candidato a diputado por
Comunidad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y Mariano Recalde como primer
candidato a senador también por CABA es una clara señal de que no
muestran vocación por la reforma laboral, la reforma impositiva y del
estado, como reformas mínimas.
Sin ese horizonte de cambios estructurales la confianza de los
agentes económicos puede generar fuertes tensiones en el mercado de
cambios que sigue montado en el arbitraje tasa versus dólar vía las
Leliq. Como se sabe, la gente apuesta a que la tasa le va a ganar al
dólar y por eso hacía sus depósitos a plazo fijo, plazo fijo que los
bancos utilizaban para comprar Leliq.
El último informe monetario diario del Banco Central de la República
Argentina (BCRA) del 9 de agosto muestra que los depósitos a plazo fijo
en pesos del sector privado crecieron el 2% en los últimos 30 días, es
decir por debajo de la tasa de interés, con lo cual se estaba marcando
una clara tendencia a dolarizar las carteras desarmando posiciones en
plazo fijo, dolarización que no se traducía en huida del sistema
financiero porque crecían los depósitos en dólares.
Si de cara a las PASO ya había comenzado una incipiente dolarización,
es probable que ese proceso se acelere de aquí a octubre si el Gobierno
no muestra que puede recuperar el terreno perdido.
En caso de verificarse ese escenario, si el Gobierno no quiere una
estampida cambiaria tendrá que poner toda la carne en el asador para
frenar la suba del tipo de cambio vendiendo cuánta reserva tenga en el
BCRA.
No es fácil imaginar anuncios económicos que hagan cambiar por
completo las expectativas de los agentes económicos. Dicho en otras
palabras, no veo qué puede anunciar el Gobierno para generar un shock de
confianza que modifique significativamente el humor de los electores.
Además, tampoco tiene margen en el Congreso para encarar, a dos meses de
las elecciones de octubre, reformas que mejoren la economía. Pero
aunque tuviera ese margen llevaría tiempo ver el fruto de las mismas. Es
decir, no se verían los resultados positivos antes de octubre.
En síntesis, desde el punto de vista estrictamente económico el
gobierno ya no tiene margen para llegar con un auge económico que lo
favorezca en las urnas. Lo máximo que puede lograr es evitar un desborde
cambiario y financiero de aquí a octubre.
Dos grandes oportunidades tuvo Cambiemos para generar los cambios
económicos que le dieran sustento al crecimiento económico y llegar bien
parado a estas elecciones. El primero el 10 de diciembre de 2015 cuando
teniendo un fuerte apoyo de la población no inició un plan detallando
la terrible herencia recibida para tener margen de aplicar un plan
sustentable. La segunda oportunidad la desperdició en las elecciones de
medio término en 2017 cuando tuvo otro fuerte apoyo de la población.
Ahora es tarde para no hacer lo que se quiso hacer en su momento.
Cambiemos gobernó para los que nunca iban a votarlos y traicionó a
los que los votaron al no iniciar cambios estructurales. Francamente no
veo, salvo una gigantesca reacción de espíritu republicano de no volver
al pasado, como podrá evitarse el escenario que se presenta de aquí a
octubre.
Este artículo fue publicado originalmente en Infobae (Argentina) el 12 de agosto de 2019.
BLOG ORLANDO TAMBOSI
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