BLOG ORLANDO TAMBOSI
Uma pesquisa científica acaba de identificar e datar sete novos traços deixados por nossos antepassados na costa sul da África do Sul. David Barreira para El Cultural:
Hace unos 153.000 años, un individuo, un humano moderno
que caminaba por lo que hoy en día es el Parque Nacional Garden Route,
casi en la punta más meridional de Sudáfrica, dejó una marca de su viaje
en una eolianita, una roca que se forma por la compactación del
sedimento. Escondida en un túnel, la huella quedó congelada en el tiempo
a la espera de que alguien reparase en ella, a que un equipo de
arqueólogos anunciase su hallazgo afirmando que se trata de la pisada más antigua del Homo sapiens, de nuestra especie.
Hace
apenas dos décadas solo se habían identificado huellas de homininos
—fósiles de homínidos que pertenecen al linaje humano, después de que
este se separara de la especie de los chimpancés y bonobos— en cuatro
yacimientos africanos —en el de Laetoli, en Tanzania, se han
identificado las pisadas más antiguas de la historia, de hace 3,66
millones de años—. Pero desde entonces, el registro de icnitas —huellas o
señales dejadas en los sedimentos o las rocas por un organismo— ha
aumentado exponencialmente, documentándose en otras regiones del mundo como las Islas británicas
o la península Arábiga. En total, más de un centenar de huellas de
humanos modernos y especies más antiguas que quedaron impresas sobre las
rocas, la ceniza o el barro seco.
En un estudio publicado en la revista Ichnos,
un equipo internacional de investigadores liderado por Charles Helm
(Universidad Nelson Mandela) y Andrew Carr (Universidad de Leicester) ha
presentado las dataciones de siete de estas huellas humanas que han
sido localizadas en la costa del Cabo de Sudáfrica en los últimos cinco
años. La más reciente tiene 70.000 años y la más antigua, la primera
pisada documentada hasta el momento de un Homo sapiens, 153.000 años.
Lugar del hallazgo y estratigrafía de la huella.
"Las
nuevas fechas corroboran el registro arqueológico. Junto a otras
evidencias sobre la zona y el periodo, que incluyen el desarrollo de herramientas de piedra
sofisticadas, arte, joyas y la pesca de mariscos, confirman que la
costa del Cabo fue un área en la que los hombres anatómicamente modernos
sobrevivieron, evolucionaron y prosperaron antes de expandirse fuera de
África a otros continentes", ha explicado Helm y Carr en un artículo
publicado en The
Las
icnitas han sido datadas mediante luminiscencia ópticamente estimulada,
una técnica que fecha el último momento en que un material de origen
sedimentario estuvo expuesto a la luz solar; es decir, el momento de su
entierro. Cuatro de las siete marcas nuevas descubiertas en Sudáfrica se
corresponden con huellas de homininos —una de ellas es la impresión de
una rodilla— y las tres restantes son otro tipo de patrones creados por
la actividad humana.
"Teniendo
en cuenta cómo se formaron las marcas de este estudio —impresiones
sobre arena mojada cubiertas por más arena transportada por el viento—
[la luminiscencia] es un buen método ya que podemos estar razonablemente
seguros de que el "reloj" de datación empezó más o menos en el mismo
momento en que la huella fue creada", explican los investigadores.
En el artículo científico, los autores explican que las huellas son un gran complemento de los hallazgos arqueológicos
ya que proporcionan información sobre los viajes de estos individuos
que vivieron hace decenas de miles de años y sobre algunas de las
actividades que desarrollaron. "Dado que relativamente pocos restos de
esqueletos de homininos han sido descubiertos en la costa del Cabo, las
marcas dejadas por nuestros ancestros humanos mientras se movían por el
paisaje antiguo son una forma útil de completar y mejorar nuestra
comprensión de los homininos de África", valoran.
También reconocen que la atribución a la especie Homo sapiens
de estas marcas se basa más en artefactos arqueológicos y restos de
huesos que en la forma de las propias huellas. Y otro contratiempo:
estos vestigios son vulnerables a la erosión provocada por el viento y
el océano. Los investigadores cierran su estudio revelando sospechas de
que hay más icnitas de homininos escondidas en la costa sur del Cabo. El
tiempo apremia antes de que se pierdan definitivamente.
Postado há 1 week ago por Orlando Tambosi
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