Artigo de Carlos Rodríguez Braun no site La Libertad.org sobre
o antiliberalismo, comum tanto à esquerda quanto à direita. De fato, se
pensarmos nas desgraças do século XX (fascismo, nazismo e comunismo),
constataremos que elas têm raízes comuns: foram todas contra as ideias
liberais e o livre mercado:
Desde siempre los enemigos de la libertad han tendido a confluir,
independientemente de lo poco o mucho que pudiese separarlos en otros
ámbitos. Por eso habló Hayek de “los socialistas de todos los partidos” y
por eso cuando Luciano Pellicani comparó las ideas de Lenin y de Hitler encontró tantas coincidencias.
Una importante figura de la política gala declaró a El Semanal de ABC:
Estaría
encantada si los franceses dejaran de comprar carros alemanes y sólo
compraran carros Renault y Peugeot. En cuanto que los países recuperaran
su moneda, la cotización del marco alemán subiría y la del franco
francés caería. De esa forma, Francia sería mucho más competitiva, se
venderían más carros franceses porque serían más económicos.
Esta figura política podría ser de izquierdas. Pero esta figura no es de
izquierdas. Y, además, no importa. Se trata de Marine Le Pen. Y
efectivamente no importa porque el antiliberalismo es
lo dañino, y no su traje de derecha o de izquierda. Lo dañino es el
cierre de mentes que propicia el cierre de fronteras, que da lugar
siempre a la pobreza y la exclusión.
Nótese, hablando de pobreza, la increíble pobreza de la argumentación de
la señora Le Pen. Empieza por negar la libertad de los ciudadanos de
Francia de comprar lo que les venga en gana. Y sigue con la clamorosa
estupidez de que basta con devaluar la moneda para ser competitivo, y
vender y exportar más. A ver, doña Marine: ¿No se da Ud. cuenta de que
si devaluar fuera la receta de la prosperidad, entonces los venezolanos o
mis compatriotas argentinos serían los más acaudalados y los mayores
exportadores del planeta?
BLOG ORLANDO TAMBOSI
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