Isabel Ayuso, presidente da Comunidade de Madri, recebe o Prêmio da Fundação Internacional da Liberdade, presidida por Vargas Llosa: |
Para o escritor Mario Vargas Llosa, a Colômbia tem "uma legalidade" que o novo presidente deve respeitar:
El
acto es en Madrid, pero bien pudiera ser en Bogotá. Para cuando el
escritor Mario Vargas Llosa le entrega este lunes a la presidenta
regional, Isabel Díaz Ayuso, el premio de la Fundación Internacional
para la Libertad, todo el mundo sabe que el gran tema del día es la
victoria del exguerrillero del M-19 y economista Gustavo Petro en las elecciones colombianas.
Terminada la ceremonia, el premio Nobel acompaña a la líder
conservadora a la salida. Les rodean las cámaras. Y en el breve tiempo
que separa ese momento de la posterior intervención telemática de Iván
Duque, el presidente saliente de Colombia, Vargas Llosa analiza el
resultado de las elecciones en tres palabras: “[Los colombianos] han
votado mal”.
Vargas
Llosa (Arequipa, Perú, 86 años) se ha convertido en un referente de los
liberales tanto en América como en España. Candidato a la presidencia
de Perú en 1990, cuando perdió en la segunda vuelta frente a Alberto
Fujimori, el autor de La fiesta del Chivo se ha distinguido por sus
críticas a los gobiernos americanos de izquierdas. De ahí,
probablemente, que transmita su inquietud por la victoria de Petro, que
supone que la izquierda formará gobierno en Colombia por
primera vez en la historia del país americano. Un hito por el que le
preguntan los periodistas, que recuerdan en sus preguntas que el
escritor defendió el año pasado, durante la convención nacional del PP,
que “lo importante de unas elecciones no es que haya libertad, sino votar bien”.
―¿En Colombia se ha votado bien o se ha votado mal? ―le inquieren.
―Han votado mal. Vamos a ver la manera como él [Petro] actúa
―contesta Vargas Llosa, el gran reclamo del XV Foro Atlántico.
Iberoamérica: democracia y libertad, celebrado en la Casa de América en
Madrid. ―Si actúa dentro de la legalidad, bienvenido. Hay una legalidad
que se ha mantenido todos estos años a pesar de que la guerrilla
representaba otra cosa. Hay que ver, hay que esperar.
Ya
no está presente Ayuso, que se marcha tan rápido como había llegado,
tras escuchar las alabanzas de Vargas Llosa (”te apoyamos, te queremos,
te admiramos y estamos absolutamente seguros que tú nos llevarás en la
buena dirección”, le dice el intelectual a la presidenta). Y entonces,
entre los ruidos metálicos que desprenden varios micrófonos acoplándose,
comienza un diálogo entre Vargas Llosa e Iván Duque, que interviene
desde la sede del Gobierno de Colombia, sin corbata y relajado durante
su conversación con el novelista.
―¿Piensas que Petro actuará dentro de la legalidad, o que se tomará libertades con esa legalidad? ―le pregunta Vargas Llosa.
―Todos
los colombianos fuimos a las urnas, y lo primero que hay que reconocer
para defender la democracia es cuando hay un pronunciamiento popular
―contesta el presidente saliente, que una y otra vez transmite su
felicidad por hablar con el novelista. ―Claramente, los colombianos
eligieron a un nuevo presidente. Todo nuestro respaldo para garantizar una transición transparente y eficaz.
Al punto de la pregunta que hacías, querido Mario, creo que todos los
que asumimos la presidencia asumimos un reto enorme, guiarnos siempre
por el orden y la legalidad (...). Los fundamentos de la democracia no
se pueden alterar, querido Mario.
Petro
se impuso el domingo con el 50,44% de los votos frente al 47,31% de
apoyos recabados por su rival, Rodolfo Hernández, a quien sacó más de
tres puntos de ventaja. “A partir de hoy Colombia cambia. Es otra. No es
un cambio para vengarnos ni para crear más odios”, dijo en su primer
discurso como presidente electo.
Ahora
toca gestionar las réplicas del terremoto que ha supuesto su triunfo,
el primero de la izquierda en Colombia, y que han llegado de América
hasta España. O eso insinuó este lunes Díaz Ayuso, en lo que podría
interpretarse como una referencia velada, la única, a las elecciones
colombianas: “Tenemos la responsabilidad de que Madrid siga siendo un
lugar de oportunidades. Según lo que estamos viendo en otros procesos
electorales, probablemente Madrid, ahora más que nunca, se convierta en
la casa de todos los que huyen de dictaduras y de sistemas totalitarios
que empobrecen y dividen a la sociedad, y se inmiscuyen en las
decisiones de las empresas y la propiedad”, dijo. (El País, sempre um olhar de esquerda, pois, não: (OT))
BLOG ORLANDO TAMBOSI
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