Carlos Rodríguez Braun escreve, em Libertad.org, sobre a demagogia política em relação à cobrança de impostos. Os ricos pagam pouco? Vejam a resposta:
Los políticos
explotan la ignorancia del público. Pocas áreas de ignorancia pública
ofrecen tantas oportunidades para la demagogia política como los
impuestos.
Hoy en día, algunos
políticos argumentan que los ricos deben pagar su “parte justa” y
etiquetar los cambios propuestos a la ley tributaria como recortes de
impuestos para los ricos.
Entonces veamos quién paga qué, con miras a intentar responder a esta pregunta: ¿Pagan los ricos su parte justa?
De acuerdo con los últimos datos del IRS, el pago de impuestos a la renta es como sigue:
El el 1% de los que
más ganan, aquellos que tienen un ingreso bruto anual ajustado (AGI) de
$480,930 o más, pagan alrededor del 39% de los impuestos federales sobre
la renta. Eso significa que aproximadamente 892,000 americanos son los
que tienen que pagar el 39% de todos los impuestos federales.
El 10% de los que más
ganan, aquellos que tienen un ingreso bruto ajustado de más de
$138,031, pagan aproximadamente el 70.6% de los impuestos federales
sobre la renta.
Aproximadamente 1,7
millones de estadounidenses, menos del 1% de nuestra población, pagan el
70.6% de los impuestos federales sobre la renta. ¿Es eso justo o Ud.
cree que deberían pagar más?
Por cierto, ganar $500,000 al año no significa que uno sea rico. Ni siquiera alcanza para yates.
Pero la cuestión de
la equidad va más allá. El 50% inferior, los que menos ganan y tienen un
ingreso bruto ajustado de $39,275 o menos, pagan el 2,83% de los
impuestos federales sobre la renta.
Por si no lo sabía,
37 millones de contribuyentes no tienen ninguna obligación tributaria.
El Tax Policy Center estima que el 45.5% de los hogares no pagarán
impuestos federales sobre la renta este año.
Hay un grave problema
político cuando tantos americanos tienen tan poco que perder en el tema
tributario. Estos estadounidenses se convierten en votantes naturales
de políticos gastadores. Después de todo, si uno no paga impuestos
federales, ¿qué le va a importar que los políticos gasten a manos
llenas?
Además, si no paga
impuestos federales, ¿por qué tendría que alegrarme por los recortes de
impuestos? ¿Qué gano yo con eso? En realidad, es posible que uno vea los
recortes de impuestos como amenaza para los programas de redistribución
de la riqueza.
Estados Unidos tiene
un impuesto del 38.91% sobre las ganancias empresariales — el cuarto más
alto del mundo. La Cámara de Representantes ha propuesto que se reduzca
al 20%. Hay incluso algunos miembros del Congreso pidiendo que sea el
15%.
Los traficantes
políticos de la nación se oponen a ello, aduciendo que las empresas
deben pagar su parte justa de los impuestos. La verdad del asunto — algo
que incluso los economistas izquierdistas entienden, aunque no lo
admitan públicamente— es que las empresas no pagan impuestos.
Hay un área temática
importante en economía que se llama incidencia impositiva. Sostiene que
la entidad sobre la que se aplica un impuesto no necesariamente soporta
toda su carga. Parte de esto se puede trasladar a otra parte.
Si se aplica un
impuesto a una empresa, ésta tendrá una de cuatro reacciones o alguna
combinación de las mismas: Aumentará el precio de su producto, reducirá
los dividendos, reducirá los salarios o despedirá a los trabajadores. En
cada caso, una persona de carne y hueso soportará la carga impositiva.
Lo importante aquí es
que las empresas son ficciones legales y, como tales, no pagan
impuestos. Las empresas son simplemente recaudadoras de impuestos para
el gobierno.
A los políticos les
encanta engañar a las personas sugiriéndoles que impondrán impuestos no
sobre ellos, sino sobre alguna otra entidad. Podemos personalizar el
truco hablando de los impuestos a la propiedad.
Imagine que Ud. es
propietario de una casa y un político le dice que no le va a cobrar
impuestos a Ud, sino a la propiedad y tierra que Ud. posee. Allí puede
ver fácilmente las argucias políticas. La tierra y la propiedad no
pueden y no pagan impuestos. Recuerde, sólo las personas pagan
impuestos. El mismo principio se aplica a las empresas.
También hay otro
aspecto sobre los impuestos que por lo general no se toma en cuenta.
Según un estudio de 2013 del Centro Mercatus de la Universidad de
Virginia, los americanos gastan hasta $378,000 millones anuales en
gastos de contabilidad relacionados con la tributación, y en 2011, se
gastaron más de 6,000 millones de horas tratando de cumplir con todos
los requisitos que impone el código tributario.
Esa cantidad de horas
equivale a las horas anuales de una fuerza laboral de 3,4 millones de
personas, o la suma total del personal que tienen cuatro de las
compañías más grandes de Estados Unidos: Wal-Mart, IBM, McDonald’s y
Target.
Por tanto, junto con los recortes de impuestos, la simplificación tributaria debería estar en la agenda.
BLOG ORLANDO TAMBOSI
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