Brasil,
Argentina, Venezuela, Cuba, Nicarágua, Equador, Bolívia: a esquerda,
nestes países, chafurdou na corrupção e fracassou. Texto de Eduardo
Ponce Vivanco, via Blog de Montaner:
Con la
prepotencia de la calle y el peso de tantas derrotas electorales, el
Partido Trabalhista (PT) lanzó la candidatura de Lula desde la cárcel
donde se encuentra por corrupto y corruptor. Felizmente, la Fiscal
General ha impugnado esa barbaridad porque después de sentencias en dos
instancias (la segunda aumentó la condena) el exsindicalista no es
elegible como candidato ni lo será por ocho años más de los doce que
pasará entre rejas, luego de quebrar al país. Fracaso y corrupción de la
izquierda en Brasil, país líder de la inmoralidad política regional.
Gracias a
las agendas del ordenado chofer de los Kirchner —la pareja presidencial
que coronó la reelección conyugal— el peronismo argentino enfrenta su
propio Lava Jato. Muchos se preguntan si ellos inspiraron a Lula o fue a
la inversa. Pero a los sistemas gemelos de los dos grandes partidos
socialistas del Atlántico, Argentina suma los $ 59 millones de sobornos
de Odebrecht. Fracaso y corrupción de la izquierda en el segundo país de
Sudamérica.
Sobre la
narcotiranía chavista que oprime y hambrea a Venezuela con la
astronómica inflación del millón por ciento, solo hay que agregar que se
concretó ¡al fin! la primera incautación millonaria de CITGO, poderosa
empresa de PDVSA que comercializa los hidrocarburos venezolanos en
EE.UU. A esa sentencia judicial en favor de una empresa deudora,
seguirán muchas otras contra CITGO en EE.UU. Fracaso e infierno de la
izquierda en Venezuela.
El
castrismo acaba de renovar la tiranía comunista en Cuba, inventando
fórmulas constitucionales para disfrazar la dictadura de partido único,
seguir negando todas las libertades y fortalecer a la segunda generación
de la dinastía Castro. ¿Cuánto sobrevivirán sin el petróleo regalado
del chavismo exangüe? Fracaso y corrupción donde la propina de un
turista en dólares vale más que el sueldo o la ración mensual de un
cubano oprimido.
Y qué
decir de la pobre Nicaragua, donde la pareja presidencial Ortega se
apropió del país en nombre del neosandinismo, que ametralla el
levantamiento popular contra Daniel y su esposa/vicepresidenta. Fracaso y
corrupción de la izquierda en Nicaragua.
Ecuador
liquidó la “Revolución Ciudadana” del histérico y corrupto Rafael Correa
(con orden de detención de Interpol). Su herencia de sobornos,
endeudamiento público y prepotencia han obligado a rectificaciones
indispensables a quien fue su segundo, el ahora presidente Lenin Moreno,
del que Correa es enemigo mortal. Pero Moreno no se define ni se atreve
a hacer las correcciones de política económica y política exterior que
Ecuador necesita. Con timidez, ha adelantado su interés en la liberal
Alianza del Pacífico, sin precisar cómo pretende participar en ella.
Fracaso y corrupción de la izquierda en Ecuador.
El
tremendismo aymara de Evo Morales lo condena a intentar reelecciones en
cadena sin asumir que su pueblo ya votó contra él en un importante
referéndum. Sin valedores como la Venezuela chavista o Lula, sin una
vecina socialista en Chile (Bachelet), con el ALBA en ruinas y la
inminente posibilidad de que la sentencia de la Corte de La Haya no haga
más que dejar su (teatralizada) controversia en el plano estrictamente
bilateral que le corresponde, el extraño reinado altiplánico de Evo
podría estar cerca de su fin. Sin sucesor a la vista y con acusaciones
de corrupción, la experiencia izquierdista en Bolivia terminará en otro
fracaso.
No
hablemos de México porque no lo entendemos. Lo único claro por ahora es
que AMLO no asumirá el mando presidencial hasta el 1 de diciembre, y que
Trump lo “ama” tanto como a Kim Jong Um y Putin. Pero sí debemos hablar
de Chile, Colombia y la Alianza del Pacífico; de su seguro
fortalecimiento con cinco importantes miembros asociados de Asia y
Oceanía, así como de la proyección internacional que Vizcarra daría al
Perú si asumiera su presidencia temporal genuinamente decidido a
engrandecerla y hacerla brillar en el mundo.
Sería
bueno para el Perú y para él que no resulte solo un político sumergido
en lo doméstico, sino un estadista personalmente presente en nuestra
dimensión internacional. Es su responsabilidad.
BLOG ORLANDO TAMBOSI
Nenhum comentário:
Postar um comentário