BLOG ORLANDO TAMBOSI
Letras Libres entrevista o pesquisador Henry Hardy, que conviveu com o filósofo Isaiah Berlin e editou suas obras, tornando-o mais conhecido, já que publicara poucos escritos. Daniel Gascón:
Henry
Hardy cambió la reputación de Isaiah Berlin. A mediados de los setenta,
el filósofo era célebre y respetado, pero no tenía mucha obra
publicada. Hardy se convirtió en su editor: encontró, recopiló y editó
muchas piezas que Berlin había escrito, y la imagen de este cambió
considerablemente. Esa tarea editorial es el tema de In search of Isaiah
Berlin, una extraña y apasionante combinación de memoria profesional,
epistolario y ensayo. “Y quizá también es una historia de detectives”,
dice Hardy. Cuenta el nacimiento de una vocación “inesperada, que me ha
tenido ocupado durante más de cincuenta años”, con un autor con el que
tenía una relación “muy cercana, pero no íntima”.
EN
LAS CARTAS USTED ES PRECISO Y METÓDICO. BERLIN CAMBIA DE IDEA Y A VECES
ES MUY REACIO A PUBLICAR SUS ENSAYOS. EN OCASIONES, USTED HA HECHO EL
TRABAJO DE LOCALIZACIÓN Y SELECCIÓN, Y ÉL SE ECHA ATRÁS.
Lo
sé. Era irritante, y era difícil trabajar con él. Pero cuando salían
los libros y a la gente le gustaban y los elogiaba, tenías una sensación
de satisfacción después de todas las batallas.
CUANDO USTED LO CONOCIÓ, YA ERA MUY FAMOSO. PERO SU REPUTACIÓN HA CAMBIADO MUCHO.
Sí,
fue generoso al reconocer que el trabajo que hicimos juntos transformó
su reputación. Me contaba que sus amigos se lo decían. Sabía agradecer
la ayuda que le prestaban, en ese sentido era muy generoso. También lo
fue donando parte de sus royalties al Wolfson College.
¿CUÁL
ES SU EVALUACIÓN DE BERLIN? PORQUE A VECES PARECE QUE ES MUY IMPORTANTE
Y DECISIVO Y OTRAS UNO PIENSA: ES UN PENSADOR MUY DE SU TIEMPO, UN
LIBERAL DE LA GUERRA FRÍA, LLENO DE ESO QUE HITCHENS LLAMÓ “VALIENTES
TOMAS DE POSICIÓN A FAVOR DE LA SABIDURÍA CONVENCIONAL”.
Creo
que hay algo cierto en ambas visiones. Sin duda, sus ideas recibieron
el estímulo del periodo en que vivía y fueron una reacción contra el
comportamiento iliberal y en particular contra los nazis y los
comunistas rusos. Pero los principios liberales que defendía son de
aplicación universal. Es decir, se aplican a todos los seres humanos y
en todo tiempo y lugar. Puede haber versiones diferentes pero en su
sentido más profundo son verdaderos para toda la humanidad. Son una
parte muy importante del liberalismo. Y Berlin también ejemplificaba el
temperamento liberal. Fue un buen ejemplo de cómo vivir como liberal,
con una sensibilidad liberal. Lo conocí muy bien y quizá estoy sesgado,
pero creo que era un hombre muy excepcional y un pensador notable.
PASÓ DE LA FILOSOFÍA A LA HISTORIA DE LAS IDEAS.
Y
yo llegué a su obra como estudiante de filosofía. Estaba haciendo un
posgrado de filosofía en Oxford y así es como empezó mi interés. Pero
del mismo modo que pasó de lo que podríamos llamar filosofía pura a la
historia de la filosofía, es imposible leer su obra sin darse cuenta de
que la filosofía debe hacerse o se hace mejor de manera histórica, es
decir, que las ideas filosóficas están en la mente de individuos reales
que vivieron en un momento particular de la historia, y que se sostienen
en mentes de personas situadas en la historia. Estudiar la filosofía de
manera abstracta, como si no importara dónde se hace, es poco realista.
Se ha dicho a menudo que cambió de tema, y él mismo lo dijo. En
realidad, hacía filosofía de otro modo, de manera histórica. Pero hay
una continuidad considerable entre su obra temprana y tardía. En su obra
temprana, por ejemplo, escribe sobre la imposibilidad de reducir todo
el lenguaje a un tipo de afirmación. Lo llamó traducción lógica en uno
de sus ensayos. Y más tarde, en su historia de las ideas, defendía la
pluralidad frente a la excesiva simplificación del monismo, a través del
estudio de los pioneros del pluralismo, como Vico y Herder. En mi
opinión, no hay una diferencia brusca entre la obra temprana y la
tardía, son dos formas de hacer lo mismo.
UNO
DE LOS CAPÍTULOS MÁS ENSAYÍSTICOS DEL LIBRO HABLA DEL RELATIVISMO Y EL
PLURALISMO. ES CURIOSO CÓMO ANALIZA LA RELACIÓN DEL PLURALISMO Y LA
RELIGIÓN.
Mi
principal argumento en ese capítulo es que el mismo argumento del
pluralismo contra el monismo o el totalitarismo o el autoritarismo se
aplica a las religiones universalistas. Hay una incompatibilidad lógica
directa entre el pluralismo cultural y la religión, porque no puedes
aceptar las dos cosas a la vez. Y lo presioné una y otra vez para que
aceptara que las religiones, o al menos las religiones universalistas,
deben ser descartadas o rechazadas si crees en el pluralismo. Nunca lo
aceptó de corazón, aunque al final, cuando escribí un artículo sobre el
tema, dijo que estaba de acuerdo. O sea que quizá es que hablando no
supe transmitir claramente lo que defendía en el libro. Pero creo que
había cierta confusión por su parte, y fue una pena que esto sucediera
al final de su vida, cuando superaba los ochenta años. Nunca perdió la
agudeza intelectual, pero se volvió menos ágil mentalmente. Y creo que
si hubiera tenido esas conversaciones con él cuando era más joven
podrían haber salido mejor. Lamento no haber abordado el tema antes.
TAMBIÉN TENÍA IMPORTANCIA LA EXPERIENCIA PERSONAL. Y EN SU VIDA BERLIN CONOCIÓ EL CRECIMIENTO DE MOVIMIENTOS TOTALITARIOS LAICOS, MIENTRAS QUE DURANTE PARTE DEL SIGLO XX LA RELIGIÓN PARECÍA RETROCEDER.
Tenía
mucha experiencia del iliberalismo político, del totalitarismo, del
autoritarismo, pero su experiencia directa de la religión era la del
judaísmo. Se crio en las tradiciones judías. Parecía tratarlo más como
un asunto de identidad cultural que como un sistema de creencias
metafísicas. No creía en Dios. De hecho, decía que no entendía qué
significaba el concepto de Dios, que se sentía como alguien que era
sordo para la música, pero para la religión. La religión nunca tuvo un
mal efecto sobre su vida, mientras que yo estuve expuesto a la
intolerancia debida a ideas religiosas y por eso para mí era importante
señalar que si crees en el pluralismo algunas ideas religiosas no son
compatibles con él. Quizá si no has tenido ese problema en tu vida no es
fácil ver la importancia de ese argumento. Por otro lado, yo habría
pensado que era posible entender el argumento del pluralismo contra la
religión, al margen de que hubieras vivido la intolerancia religiosa, y
me asombró y desilusionó que no estuviera más de acuerdo conmigo en eso.
No entiendo del todo qué ocurrió. Quizá alguien como tú, que lo ves
desde fuera, lo entienda mejor.
ESTÁ RELACIONADO CON LA IDEA DE CÓMO DEBE TRATAR UNA SOCIEDAD PLURALISTA CON UNA IDEOLOGÍA QUE NO ACEPTA EL PLURALISMO.
¿Es
aceptable que una democracia vote para eliminar la democracia? ¿Qué
haces con esa paradoja? Berlin decía: Bueno, si quieren hacerlo, pueden,
pero serían muy tontos. Hay algunas restricciones a principios
liberales que obedecen a razones históricas. Hay algunos casos extremos
en los que la necesidad de evitar que se produzca de nuevo algo horrible
es lo bastante fuerte como para superar algunos de los principios más
básicos de una sociedad liberal, y lo entiendo y creo que toda sociedad
liberal impondrá algunos límites sobre lo que se puede hacer. En
Inglaterra tenemos prohibiciones contra el discurso del odio y
similares, aunque puede ir demasiado lejos… Si lo llevas al extremo,
llegas a lo que tenemos en Inglaterra, la llamada cultura de la
cancelación, donde es inaceptable adoptar posiciones que no aprueba la
oficiosa policía mental de la sociedad. Lo peor de todo es que esto
ocurre en las universidades, que son lugares donde, por cuestión de
principios, deberíamos examinar las ideas libremente y someterlas a un
escrutinio crítico, no para que te digan de antemano cuáles son
aceptables y cuáles no. ¿Sucede esto en España?
SÍ, PERO ES MENOS GRAVE.
Hay
gente a la que despiden del trabajo por tener visiones que no acepta el
grupo dominante, los llamados woke. Es muy deprimente.
Y UNA POSICIÓN MUY MONISTA.
Ese
es el asunto. Hay una resistencia a aceptar el pluralismo. Pueden
suscribirlo a nivel teórico pero claramente, desde un punto de vista
psicológico, son monistas y creen que su forma de ver las cosas es mejor
que todas las otras y que por tanto es legítimo suprimir el punto de
vista de los demás. Y ese es justamente el tipo de actitud contra la que
Berlin –como cualquier pluralista– estaba.
ESO ME RECUERDA AL CAPÍTULO SOBRE EL NÚCLEO MORAL, QUE USTED EXPLICA INCLUSO CON UN DIAGRAMA.
Berlin
no siempre era claro cuando se expresaba al respecto. Yo, por
naturaleza, soy bastante metódico y pedante e intento tenerlo todo tan
claro como sea posible para evitar cualquier ambigüedad o confusión.
Pero él era más impresionista. Se expresa espontáneamente con muchas
imágenes y prosa colorida. Es maravilloso e inspirador, pero si intentas
extraer su punto de vista, para explicarlo de forma breve y directa, a
veces encuentras verdaderas dificultades porque hay cosas que son poco
claras, inconsistentes o ambiguas. Y al menos cuando yo tenía estas
conversaciones con él era bastante evasivo. Intentaba mejorar la
claridad de su posición, la repetía una y otra vez, y las mismas
dificultades reaparecían. Creo que he progresado algo en aclarar. Pero
no llegamos a una conclusión final, como puede leerse en sus cartas.
TAMBIÉN HAY ALGUNA AMBIVALENCIA EN SUS TEXTOS SOBRE EL NACIONALISMO.
No
es tanto ambivalencia como insistencia en un asunto importante. Como
sabes, algunos pensadores decían que el nacionalismo desaparecería.
Dejaríamos de ser niños necesitados de una identidad nacional y nos
convertiríamos en cosmopolitas porque el nacionalismo era una fuente de
hostilidad entre naciones. Pero Berlin no lo aceptaba. Siempre sostuvo,
siguiendo a Herder, que la necesidad de pertenecer a un grupo y de tener
una identidad arraigada en ese grupo era una de las necesidades humanas
más básicas y persistiría mientras existiera la naturaleza humana. No
era algo de lo que pudiéramos deshacernos, como no podríamos deshacernos
de la necesidad de querer comida, bebida o refugio.
Puedes
pertenecer a un grupo, a una sociedad de dos como un matrimonio, una
familia, puedes ser parte de un pueblo o una ciudad. Pero el vehículo
más importante de la identidad para él era la nación. No pensaba que
fuera perfecta y, por supuesto, es problemático decir dónde termina una
nación y dónde empieza la siguiente. Distinguía entre el nacionalismo
agresivo y la conciencia nacional, porque el nacionalismo agresivo tiene
una suerte de creencia irracional y mística según la cual una nación
particular es la mejor de todas y debe tener poder sobre otras naciones o
en disputas con otras naciones, y siempre ha de resultar victoriosa.
Eso era, para él, el lado inaceptable del nacionalismo. En ese sentido,
no apoyaba el nacionalismo. Pero la conciencia nacional que subraya todo
tipo de nacionalismo era, pensaba, algo benigno y necesario para los
humanos si no se sale de madre. Así que hay que estar atento, pero no se
debería intentar suprimir por completo la idea de la identidad
nacional, porque es una necesidad humana que persistirá para siempre. Y
en uno de sus ensayos, “Nacionalismo: Su infravaloración en el pasado y
su poder presente”, decía que los pensadores se habían equivocado en su
pronóstico cuando profetizaban que el nacionalismo se marchitaría y
todos nos volveríamos cosmopolitas. Más bien pasó lo contrario. El
nacionalismo es una fuerza creciente. Explicaba que ningún movimiento
político en el siglo XX consiguió nada sin aliarse con alguna forma de
nacionalismo. La conciencia nacional es una necesidad humana y un aliado
necesario para cualquier programa político que espera tener éxito.
LLAMA LA ATENCIÓN EL ESFUERZO QUE DEDICÓ A ESTUDIAR A SUS ADVERSARIOS.
Decía
que era más interesante examinar las ideas de los enemigos que las de
los amigos, porque los amigos repetían lo que ya sabías y entendías. Te
aburrías si solo leías y discutías versiones de tus propias opiniones.
Era más fructífero ver la obra de los opositores del liberalismo, porque
revelaban los puntos débiles del liberalismo y por tanto dónde debías
reforzarlo. Arrojaban luz sobre aspectos de la humanidad que el
liberalismo ignoraba. Fortalece los puntos débiles del liberalismo. Al
final, había una síntesis entre el liberalismo y sus críticos. El
liberalismo era todavía el elemento dominante, pero era una forma mejor
porque había afrontado las críticas más inteligentes.
TAMBIÉN ES SIMILAR A LO QUE HACE CUANDO ESCRIBE SOBRE LOS ROMÁNTICOS Y EXPLICA LOS LÍMITES DEL PROYECTO ILUSTRADO.
El
romanticismo es uno de los movimientos más importantes contra el
liberalismo y la ilustración. Pero Berlin dice que tiene algunas
lecciones que debemos tener en cuenta. No quiere aceptar el romanticismo
por completo, pero sí algunas de sus visiones. Y, de hecho, al final de
Las raíces del romanticismo explica cómo el romanticismo termina siendo
un apoyo del pluralismo. En cierto modo, lo domestica y lo lleva a su
campo. Pero en el proceso y antes de llegar allí, describe algunas de
sus versiones más inaceptables.
¿EL LIBERALISMO SIGUE SIENDO DOMINANTE AHORA?
En
algunos sentidos claramente no. En Estados Unidos el liberalismo está a
la defensiva. Acabo de ver una charla de Ronald Dworkin de 2012 que se
titula “¿El liberalismo es universal?”, donde dice que no podías ser
candidato a la presidencia de Estados Unidos diciendo que eras liberal.
Hablaba de un libro titulado Cómo hablar con un liberal (si de verdad
tienes que hacerlo). La palabra liberal es un insulto en muchos lugares
de Estados Unidos. Por supuesto, el liberalismo prevalece en buena parte
de Europa, pero no en muchos otros lugares. La idea de que el
liberalismo va a convertirse en un sistema político universal no está
nada clara. Algunas de las sociedades más iliberales, China y Rusia, son
poderosas y pueden imponer sus ideas en sus esferas de influencia. Lo
que decía Fukuyama sobre el liberalismo en El fin de la historia y el
último hombre no era cierto en su época y menos todavía ahora. El
liberalismo puede desaparecer o tener un papel más reducido en el mundo.
JOHN
GRAY HABLA DEL HIPERLIBERALISMO: UNA VERSIÓN DOGMÁTICA DEL LIBERALISMO,
EN LA QUE EN VEZ DE CREAR EL ESPACIO PARA FORMAS DE VIDA DISTINTAS,
DEFIENDES UN ÚNICO MODELO SUPUESTAMENTE LIBERAL. EL NEOCONSERVADURISMO
TENDRÍA ALGO DE ESO, AL IGUAL QUE LA IDEOLOGÍA WOKE.
Si
crees, como Berlin y como yo, que el liberalismo es el mejor sistema
político para los seres humanos, es difícil mantener la posición con
humildad, porque uno de los peligros de cualquier convicción monista es
que te dejas llevar e impones tus creencias a otra gente y te vuelves
intolerante hacia otros puntos de de vista. Y el liberalismo puede caer
en eso, como dice John Gray. Pero el liberalismo contiene un antídoto
contra esta trampa, y se trata de que parte de la clave del liberalismo
es que no te aferras a tus ideas con certeza dogmática, escuchas otros
puntos de vista, los toleras y aceptas que pueden ser válidos y tan
válidos como los tuyos. Si otros puntos de vista son iliberales,
lamentarás esa parte de ellos porque crees que debería haber un
liberalismo básico por debajo de cualquier sistema político o creencia
religiosa aceptable. El liberalismo es inherentemente pluralista, acepta
que hay muchas formas en que la vida humana puede florecer, muchas
culturas humanas, y que todas tienen (según el liberalismo) un elemento
nuclear que es liberal, tolerante y abierto y, si quieres, humilde. Hay
una protección construida de antemano contra el iliberalismo en ese
sentido. Pero, sin embargo, ese hiperliberalismo del que habla Gray
existe aunque traicione al verdadero liberalismo.
No conozco muchos libros como este. He leído memorias de editores, de amigos. Pero este es muy original.
Hay
otros de editores. Por ejemplo, Max Perkins: editor of genius, sobre
Maxwell Perkins editor de Thomas Wolfe. Y luego hay otros, como las
Conversaciones con Goethe de Eckerman, o La vida de Samuel Johnson de
James Boswell. No me atrevería a compararlo, pero tampoco carece de
precedentes. Intenté interesar a editores antes de escribirlo. Primero
se lo dije a los editores de Berlin y me dijeron que no tenían ningún
interés, que sería aburrido leer sobre la vida de un editor. No había
mercado. Escribí el libro de todas formas y cuando lo estaba terminado
recibí una carta de un editor donde preguntaba si podrían reeditar uno
de los libros de Berlin. Sabía por tanto que les interesaba Berlin. Les
dije: He terminado un libro sobre el proceso de editar a Berlin, ¿os
gustaría echar un vistazo? Y les mandé el manuscrito terminando. Al día
siguiente llamaron y dijeron que lo sacaban. Es un ejemplo de que a
veces el libro debe estar escrito para que se entienda por qué es
interesante. No entraba en las categorías habituales. ¿Es novela o
autobiografía, o un estudio académico? Es una combinación de tres o
cuatro géneros.
INCLUIDA LA AVENTURA DE ENCONTRAR LAS REFERENCIAS.
Sí.
La erudición de Berlin no era la mejor. Vivía en otra época, en la era
antes de internet. Y la mayor parte de mi trabajo impreso es de esa
época también. Había que descubrir los ensayos y luego transcribirlos, y
las referencias se encontraban yendo a una biblioteca y mirando cientos
de páginas en distintos idiomas. Llevaba mucho tiempo. Fue una gran
parte de mi vida y, por supuesto, a mucha gente este tipo de cosas no le
interesan nada. No les importa que haya una referencia o que esa
referencia sea precisa o no. Pero era un proceso muy necesario desde el
punto de vista de la erudición porque las citas de Berlin son a menudo
imprecisas o confusas. Era importante encontrar el idioma y la
traducción. A veces había algún error. Estaba agradecido por ese
trabajo. Admitía que era algo que no podía hacer. En ese sentido, fue
una aventura cooperativa. Luego internet se ha vuelto mucho más
accesible y hay más material. La diferencia es asombrosa. Puedes
encontrar online la mayor parte de la bibliografía que necesitas. He
podido encontrar fuentes para muchas citas que no podía encontrar en los
setenta y ochenta. Todavía hay una dificultad que ni internet puede
superar: si citas en inglés algo escrito en otra lengua, es más difícil
porque no conoces la formulación original. Pero aun así es todo más
sencillo que entonces.
ES CURIOSO QUE PARTE DE SU OBRA SEAN CONFERENCIAS, O QUE DICTASE.
Dictaba
mucho y desde pronto. El primer borrador sobre Marx lo escribió a mano
pero dictó la mayor parte de las revisiones. Gracias a eso sus textos
tienen ese aire de conversación, los hace menos densos. Era asombrosa la
fluidez de su forma de dictar: prácticamente se podía publicar tal como
dictaba, sin revisar. El manuscrito de El Mago del Norte: J. G. Hamann y
el origen del irracionalismo moderno era la transcripción en bruto de
un dictado. Pero se leía como un libro acabado. Era asombroso,
tremendamente elocuente. Podía elaborar mentalmente la estructura de un
argumento o un ensayo y trasladarla a prosa en un solo paso y no
diecinueve, como la mayoría.
TIENE UNA SINTAXIS MUY CARACTERÍSTICA, MUY POCO ANGLOSAJONA.
Hablaba
ruso en inglés. La literatura rusa era la que le había marcado de niño.
Podía dictar una frase que se alargaba media página o más y la sintaxis
era perfecta.
ALGUIEN DECÍA QUE PODÍA PRONUNCIAR “EPISTEMOLÓGICO” COMO SI SOLO TUVIERA UNA SÍLABA.
Hablaba
muy deprisa, para mantener el ritmo de sus pensamientos, y se tragaba
las sílabas. Incluso para un hablante nativo es difícil seguirlo. En una
de sus webs he puesto la grabación y la transcripción de una
conferencia que dio en 1964 en Stanford sobre la influencia de Marx en
el siglo XIX. Están las que dio sobre el romanticismo en Washington en
1965 y muchas otras. He pasado muchas horas, más de las que me gustaría
recordar, transcribiendo sus palabras. Y a veces tienes que escuchar
algo cien veces, se te escapa una palabra o una expresión. De repente la
oyes y ya es imposible no oírla. Michael Ignatieff lo grabó durante
cientos de horas cuando escribió su biografía. Pero empleó una
tecnología muy básica sin un micrófono adecuado, y Berlin era bastante
viejo y hablaba con poca claridad. Aunque están disponibles online son
prácticamente incomprensibles. Es muy difícil entender lo que dicen. Y
lo curioso es que Ignatieff hacía entrevistas en televisión, era un
profesional. Debería haberse tomado la molestia de grabar de forma
adecuada a uno de los grandes conversadores de su tiempo.
¿POR QUÉ ERA TAN REACIO A PUBLICAR?
Ojalá
lo supiera. Creo que era verdaderamente modesto. No pensaba que su obra
fuera tan buena como creían los demás. Decía que en parte era que no
quería publicar nada por debajo de cierto nivel de calidad. Y también le
daba miedo que los reseñistas lo criticaran de maneras que le causarían
dolor. Tenía lo que él llamaría una idea realista de la calidad de su
trabajo. Creo que era demasiado baja, pero según él era realista. Soy un
poco escéptico, porque a veces si tú estabas de acuerdo y decías: “Sí,
no es lo mejor que has escrito”, él volvía con argumentos en contra,
diciendo que no estaba tan mal. Así que era una mezcla de modestia y
autodefensa. A veces intentaba evitar que se publicara algo y, casi
siempre, cuando salía la gente decía que era maravilloso. Él decía que
su trabajo estaba sobrevalorado. Si las críticas hubieran sido malas,
habría dicho: “¿Ves como tenía razón?” Cuando le envié el último libro
que le publiqué en vida, El sentido de la realidad, me escribió:
“Gracias por el libro, que tiene una pinta espléndida. Es completamente
ilegible a mi juicio.” Pero es uno de sus libros más interesantes y uno
de sus mejores ensayos es el primero de ese volumen. Cuando lo encontré
en su bodega, me preguntó: “¿Estás seguro de que esto lo he escrito yo?”
Se le había olvidado por completo.
REBECCA
WEST RESEÑÓ NEGATIVAMENTE UNO DE SUS LIBROS Y BERLIN ESCRIBIÓ EN UNA
CARTA: “ES COMO QUE TE DÉ UNA COZ UNA VACA PASADA DE AÑOS”.
No
le importó. Sabía que no estaba de acuerdo con él. Pero otras críticas
le importaban más. Creía que a lo largo de su vida sus ideas habían sido
impopulares y criticadas por todo tipo de gente, lo que en parte es
cierto. Hay mucha respuesta crítica. Del mismo modo, hay mucha
apreciación positiva, a veces demasiada. Era un ser humano como los
demás. Era maravilloso, pero tenía defectos. Tenía defectos y
debilidades en algunos de sus argumentos, pero era un gran hombre y un
genio. Si ha habido genios en el mundo, era uno de ellos.
¿CUÁL ES LA OBRA CLAVE PARA USTED? ¿QUÉ ES LO MÁS IMPORTANTE QUE APRENDIÓ DE ÉL?
Es
difícil. Creo que su libro más relevante era el que él juzgaba más
importante: Cuatro ensayos sobre la libertad, que luego expandí
añadiendo otros ensayos. También El estudio adecuado de la humanidad,
una antología. Y en cuanto a la primera enseñanza, diría que es el
pluralismo y el antimonismo: los argumentos totalmente convincentes de
que hay valores irreductiblemente diferentes que los seres humanos
persiguen, de que a veces esos valores son incompatibles y a veces son
inconmensurables. Por eso las diferentes culturas de los seres humanos
son incompatibles e inconmensurables y por eso es un error decir que
tienes la respuesta al problema de la vida, de cómo vivir y ser un ser
humano, y obviamente imponer esa visión a los demás. El gran valor que
extraes de Berlin es el pluralismo y la tolerancia liberal que va unida a
él. La tolerancia siempre fue parte de mi sensibilidad natural. No es
algo que descubriera por Berlin. El pluralismo es importante como forma
sólida y convincente de defender la tolerancia liberal, cuya importancia
es difícil exagerar. Muchas de las cosas que hoy van mal en el mundo
vienen de no entender eso. Si miras el sistema comunista en China, que
es un sistema totalitario, descubres que carece de realismo en su
acercamiento a la vida. Rechaza o desprecia necesidades humanas básicas.
Berlin decía que la tarea más importante de la política es reducir
extremos de sufrimiento y reducir el dolor y la crueldad. Los sistemas
autoritarios que obligan a la gente a hacer cosas que no quieren hacer
deben aprender esa lección. Es desolador ver que hay enormes partes del
mundo todavía gobernadas por la intolerancia, por sistemas políticos
iliberales.
JUDITH SHKLAR DECÍA ALGO SIMILAR: LA CRUELDAD ERA LO PEOR PARA UN LIBERAL.
La
crueldad es lo peor. Crueldad y dolor y sufrimiento. El pluralismo
trata de equilibrar afirmaciones contradictorias, pero lo primero es que
nunca haces nada para causar dolor o daño si puedes. Por desgracia,
todavía hay una parte del ser humano que disfruta haciendo daño. La
situación en Afganistán es un ejemplo. Los talibanes tienen una visión
monista, muy represiva. Como creen que la única religión válida es la
suya y su interpretación, pueden mandar a cientos de personas a la
muerte.
¿POR QUÉ NO SE ENTENDÍA CON MICHAEL OAKESHOTT?
Era
una cuestión temperamental. Había algunos parecidos. Berlin decía que
las supuestas similitudes eran exageraciones. También creo que es un
dato a tener en cuenta que los dos fueran amantes de la misma mujer en
épocas distintas: Jenifer Hart. Puede haber un elemento de celos
sexuales. No sé mucho sobre Oakeshott pero parece tener una idea más
instintiva o irracionalista de la tradición cultural que Berlin. Berlin
también creía en la tradición cultural, sobre todo la de los judíos,
pero no pensaba que la tradición tuviera una autoridad particular solo
por existir o porque fuese la nuestra.
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