Estamos
acostumados à falta de limites de Luiz Inácio Lula da Silva. Com
frequência, vai muito além do razoável — ou do “rasoavel”, segundo a
ortografia ora consagrada pela Escolinha do Professor Mercadante (ver
post) —, escalando a montanha na megalomania com incrível agilidade. Mas
ainda não é páreo para Cristina Kirchner, a presidente da Argentina.
Resisto a ver traço de loucura em governantes; quase sempre, agem por
método mesmo. No caso desta senhora, no entanto, a suspeita de patologia
— progressiva — se mostra a cada dia mais plausível.
Ela esteve
com o papa Francisco, depois de seus arruaceiros na Internet, liderados
por Horacio Verbtisky, terem tentado difamar, inutilmente, o Sumo
Pontífice. Como jogar o povo argentino contra o papa? O
jornalista-pistoleiro Verbitsky já havia dado a senha em um de seus
textos, ao lembrar o caso das Malvinas. Cristina cobrou a intermediação
do papa na questão, a favor, é evidente, do pleito argentino. Quando
apenas cardeal, Jorge Bergoglio chegou a dizer que as ilhas pertencem a
seu país de origem.
Mas ele é
agora um pastor universal. E certamente tem mais o que fazer do que se
ocupar dessa questão. O papa pode, e até deve, se oferecer como mediador
de conflitos. Mas a medidação, por definição, não tem lado. Cristina, a
Louca, pretende agora usar as Malvinas como uma espécie de teste para o
novo papa. O resultado é conhecido: o Reino Unido não vai abrir mão do
controle das ilhas. Venceu, inclusive, uma guerra, provocada por uma
ditadura moribunda e violenta.
O governo
argentino soltou uma nota oficial sobre o encontro. É um tijolaço, que
reproduzo, na íntegra, no pé deste texto. Destaco dois trechos que
remetem àquela loucura à qual me referi.
Papa transformado num chavista
Nas palavras de Cristina, o papa foi transformado, assim, numa espécie de chavista com o sumo manto sacerdotal: “(…) O papa me falou da Pátria Grande, da América Latina e do papel que estão cumprindo os diferentes governantes da América Latina. Disse que era formidável o que estavam fazendo esses governantes, trabalhando unidos para a Pátria Grande — empregou esse termo, o que definitivamente me comoveu. Era o termo que empregavam San Martín e Bolívar”.
Nas palavras de Cristina, o papa foi transformado, assim, numa espécie de chavista com o sumo manto sacerdotal: “(…) O papa me falou da Pátria Grande, da América Latina e do papel que estão cumprindo os diferentes governantes da América Latina. Disse que era formidável o que estavam fazendo esses governantes, trabalhando unidos para a Pátria Grande — empregou esse termo, o que definitivamente me comoveu. Era o termo que empregavam San Martín e Bolívar”.
Comento
É possível que, até por gentileza, o papa realmente tenha se referido aos esforços dos vários governos e coisa e tal ou mesmo à tal “Pátria Grande”, mas certamente não para endossar violências institucionais dos tiranetes bolivarianos. Que “Pátria Grande bolivariana” é essa? O que Bolívar ou San Martín dizem ao Brasil, por exemplo?, que ocupa 47% da América do Sul e 40% da América Latina?
É possível que, até por gentileza, o papa realmente tenha se referido aos esforços dos vários governos e coisa e tal ou mesmo à tal “Pátria Grande”, mas certamente não para endossar violências institucionais dos tiranetes bolivarianos. Que “Pátria Grande bolivariana” é essa? O que Bolívar ou San Martín dizem ao Brasil, por exemplo?, que ocupa 47% da América do Sul e 40% da América Latina?
Curioso!
Segundo os vagabundos que Cristina mobilizou para atacar o papa,
Francisco pertenceria a um grande complô para dominar a América Latina e
enfraquecer esses magníficos governantes. Agora, depois da visita,
segundo entendi, o papa já começou a falar com sotaque chavista. A
loucura segue adiante. Cristina decidiu se comportar como a sua
psicóloga ou juíza:
“Eu o vi sereno, eu o vi seguro, eu o via em paz, tranquilo, e poderia dizer que eu o vi ocupado e preocupado com a imensa tarefa de conduzir o Estado do Vaticano, com o compromisso de mudar as coisas (…)”
“Eu o vi sereno, eu o vi seguro, eu o via em paz, tranquilo, e poderia dizer que eu o vi ocupado e preocupado com a imensa tarefa de conduzir o Estado do Vaticano, com o compromisso de mudar as coisas (…)”
Cristina,
que não tem problema nenhum, como se sabe, sugere que o papa está com
uma imensa tarefa pela frente. Não se duvide! Ela própria, que está com
os ombros leves e a alma tranquila, pelo visto, se ofereceu para ser sua
confessora.
Minha
solidariedade ao povo argentino. É claro que isso não vai acabar bem.
Abaixo, a íntegra do aloprado comunicado oficial do governo.
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La Presidenta pidió al Papa su intermediación en la cuestión Malvinas
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La Presidenta pidió al Papa su intermediación en la cuestión Malvinas
La
presidenta Cristina Fernández de Kirchner afirmó que solicitó al papa
Francisco “su intermediación para lograr el diálogo entre las partes” y
que “se cumplan las múltiples resoluciones de las Naciones Unidas”. Dijo
que le impactó que el Papa le habló de la Patria Grande.
La
presidenta Cristina Fernández de Kirchner afirmó que solicitó al papa
Francisco su intermediación para lograr el diálogo en la cuestión
Malvinas, “un tema muy sentido para nosotros, los argentinos”, acotó.
La Jefa de
Estado brindó una declaraciones a los periodistas tras ser recibida en
audiencia por el Papa Francisco, y luego de compartir un almuerzo a
solas con su Santidad, en la residencia Santa Marta, lugar que habita el
Santo Padre hasta que se reacondicione el albergue oficial destinado a
los papas.
Recordó
además “lo que nos tocó vivir, mucho más dramático, en 1978, entre la
Argentina y Chile” que tenían dos dictaduras, la de Pinochet y de Videla
y que llevó “a punto de un enfrentamiento bélico por el Canal Beagle”.
“En aquel
momento por la intermediación de Juan Pablo II, a través del cardenal
(Antonio) Samoré se llegó a un entendimiento que fue plebiscitado en
democracia, que fue el Acuerdo del Beagle”.
Ahora,
destacó la Presidente hay “una oportunidad histórica diferente, más
favorable” pues el Reino Unido y la Argentina tienen gobiernos
democráticos. “No hay peligro de ninguna naturaleza bélica, más allá de
la militarización del Reino Unido en el Atlántico Sur” dijo y puso de
relieve quela Argentina “es un país más que pacífico”.
Explicó
que la solicitud es “que se cumplan las múltiples resoluciones de las
Naciones Unidas para sentarnos al dialogar, le pedimos su intermediación
para lograr dialogo entre las partes”, precisó.
La Jefa de
Estado señaló la necesidad en un mundo globalizado, complejo, que
“comencemos todos los que tenemos responsabilidades en el mundo, que se
cumplan las resoluciones de las Naciones Unidas, organismo madre que
agrupa a todos los países del mundo”. Se deben cumplir las más de veinte
resoluciones de la ONU, del Comité de descolonización, de los foros
internacionales como la Celac, la Unasur, la de los países africanos en
su Declaración de Malabo.
“Estamos
reclamando el diálogo y le hemos pedido a Francisco que interceda para
que ese diálogo entre el Reino Unido y la Argentina pueda llevarse a
cabo”.
Luego la
Presidenta sostuvo que el propio Papa sacó un tema de conservación que
“me impactó mucho y muy bien. Me habló de la Patria Grande, de
Latinoamérica y del rol que están cumpliendo los distintos gobernantes
de América Latina. Dijo que era formidable lo que estaban cumpliendo los
distintos gobernantes, trabajando unidos para que la Patria Grande
–utilizó ese término-, me conmovió definitivamente, era el término que
utilizan san Martin y Bolívar, me dijo”.
“Veo muy bien unidad de ustedes trabajando por la Patria Grande” le expresó el Sumo Pontífice.
La
Presidenta comentó que quería trasmitir a los periodistas europeos lo
que significa el término Patria Grande, “para un argentino y un
latinoamericano escuchar en boca del Papa el término Patria Grande y
sobre todo quienes pensamos de determinada manera; me impresiono mucho”,
así que “redoblarte esfuerzos para seguir en estas dirección”, afirmó.
Luego
explicó que otro tema de conversación durante el almuerzo a solas en la
residencia Santa Marta fueron temas que “él siempre se interesó y
nosotros también, porque son puntales en política en materia laboral:
la trata de persona en general y especialmente la esclavitud. Le
expliqué la política que desarrollamos; somos querellantes en muchas
causas de trabajo esclavo. Hay una gran compromiso de Francisco en la
lucha contra el trabajo esclavo y trata de personal con la cual nos
sentimientos absolutamente identificados”.
Sostuvo
que en ese punto coincidieron en que “no es un fenómeno contemporáneo;
hace a la condición humana el hecho de que haya gente que tengan es
actitud hacia su prójimo. Debemos combatir fuertemente los que tenemos
responsabilidad; él también ha dicho que ha sido constante”, en su vida.
La
Presidenta dijo que además lo invitó a visitar la Argentina, teniendo en
cuenta, además, que no solamente es el jefe de la Iglesia católica,
apostólica y romana; es el jefe de Estado Vaticano” y explicó que para
concretar la visita requiere de dos invitaciones: por parte del Estado
que lo invitó y su representante, en este caso la Presidenta, y de la
conferencia Episcopal del país al cual lo ha invitado. “Todos sabemos en
julio estará en Brasil en el encuentro mundial de la juventud” y además
tiene adelante una multiplicad de tareas. “Quedamos en que vamos a
seguir trabajando sobre esa fecha” para la visita a la Argentina.
Luego la
presidenta brindó su impresión personal por el encuentro con el Papa,
que dijo, resume en tres palabras: “lo vi sereno, lo vi seguro, lo vi
en paz ,tranquilo, y podría decirle lo vi ocupado y preocupado por lo
que va a hacer la inmensa tarea de conducción el Estado Vaticano, con
el compromiso de cambiar las cosas que él sabe , que son las demandas
que ha interpretado; se ha empezado en ver y se verán en políticas que
el oportunamente decidirá. Lo vi rtanquilo, sereno en paz”, afirmó.
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