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En nombre de la resistencia a Estados Unidos, Rusia interviene en América Latina apoyando a gobiernos de izquierda no democrática y fomentando alianzas con sectores radicales. Iria Puyosa para Letras Libres:
La
presencia de Rusia en el espacio informativo de Latinoamérica tiene una
triple función dentro de su política exterior. En primer lugar,
contribuye al objetivo del Kremlin de fortalecer su presencia global en
conexión con su aspiración máxima: ser considerada de nuevo una potencia
mundial. En segundo lugar, responde a sus alianzas con los actores
autoritarios de América Latina. En tercer lugar, se alinea con la pugna
contra Estados Unidos en el hemisferio occidental, lo que Vladimir Putin
considera reciprocidad frente a las alianzas estadounidenses en Europa
oriental.
La estrategia informativa de Rusia sigue el marco establecido en su Concepto de Política Exterior de la Federación Rusa.
Este tiene como objetivo el fortalecimiento de la posición del Kremlin
en el espacio informativo mundial, para lo cual se difunden
informaciones favorables a su rol en los asuntos globales a través de
los medios estatales rusos. En función de estos fines propagandísticos,
Rusia cultiva las relaciones con sus aliados regionales: Nicaragua,
Venezuela, Cuba y Brasil (el único socio latinoamericano de los BRICS).
El lanzamiento del canal de televisión RT en Español en 2014 fue un hito que le ha permitido a Rusia captar audiencias en América Latina, especialmente en Argentina, Venezuela
y México. Su presencia en el espacio informativo de América Latina
comienza a hacerse más visible en redes sociales desde 2021, apoyada en
una extensa red de sitios web proxy, líderes de opinión en YouTube y
canales de Telegram.
El rol de los embajadores en la estrategia informativa rusa
Las embajadas rusas en América Latina
desempeñan un papel central en la ejecución de la estrategia de
información, y es notable la presencia en medios masivos de los
embajadores en México, Colombia, Argentina y Brasil. Los temas que
abordan los funcionarios varían en consideración de lo que es relevante
para las audiencias de cada país.
En Argentina, la narrativa rusa predominante es la desnazificación de Ucrania,
un país “corrupto”. La embajada también ha destacado el suministro de
la vacuna Sputnik V contra la covid-19, el apoyo al ingreso de Argentina
a los BRICS, y el respaldo al reclamo sobre las Islas Malvinas en el
contexto de la lucha contra el colonialismo. En Brasil, la embajada insiste, igualmente, en el objetivo de desnazificar
Ucrania, pero resalta en especial el papel de Rusia como socio
estratégico para que Brasil obtenga un papel de liderazgo en el
escenario internacional y se convierta en miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Los
funcionarios diplomáticos destacados en Colombia se han quejado
repetidamente de que la cobertura de los medios colombianos refleja la versión de los medios de comunicación occidentales respecto a la guerra e ignora los reportes de RT y Sputnik. No obstante, el embajador se ha mostrado satisfecho con la posición equilibrada
del presidente Gustavo Petro y su decisión de no enviar equipos
militares viejos a Ucrania. Por otra parte, se le concede preeminencia a
la alianza Rusia-Venezuela y a la inserción en la vida política
colombiana de los combatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia (FARC).
El
alineamiento con Rusia en asuntos de geopolítica global es visible en
los casos de Nicaragua, Bolivia y Venezuela. Curiosamente, la guerra
contra Ucrania no es el tema clave en los países latinoamericanos que
son aliados muy cercanos de Rusia. En Venezuela, Cuba y Nicaragua las
sanciones internacionales y el mundo multipolar son los temas más difundidos por voceros rusos, mientras que en Bolivia se habla principalmente de la minería del litio.
La coincidencia de intereses y valores entre estos países se expresa
claramente en las posiciones contrarias a los estándares internacionales
de derechos humanos y la oposición a las sanciones por sus violaciones en este ámbito.
Rusia y el vecino de Estados Unidos
En
la década anterior, Rusia se había concentrado más en América del Sur,
quizás en parte por las sólidas alianzas que tenía con los gobiernos de
la llamada “marea rosa”
en Argentina, Ecuador, Venezuela, Bolivia y Brasil. No obstante, en los
últimos dos años México ha tomado mayor importancia dentro de las
operaciones de información en América Latina. Esta valoración se conecta
de forma evidente con el hecho de que Rusia considera a este país como
parte del área de influencia directa
de Estados Unidos, por lo que incidir informativamente en él es visto
como una forma de retaliación por el apoyo a Ucrania de parte de la Casa
Blanca.
México, al igual que Brasil, tiende a coincidir con Rusia en temas más generales, como las demandas de reforma del sistema de Naciones Unidas,
el reforzamiento de la soberanía de los Estados como garantía de
seguridad y paz, y un mayor poder sobre el control de internet y de las
tecnologías emergentes como la inteligencia artificial. La embajada en
México introduce una variación respecto al tema Ucrania: la guerra se
originó a partir de una agresión de la OTAN.
En un artículo de opinión publicado por un influyente diario de
izquierda, el embajador Nikolay Sofinskiy sostuvo que, en un acto de
neocolonialismo, Washington y sus aliados utilizan a la población de Ucrania como carne de cañón
para lucrar con el complejo militar-industrial estadounidense. Más
recientemente, la embajada rusa ha incorporado la idea de que Washington
no solo es el instigador de la guerra en Ucrania sino que ha bloqueado
la solución al conflicto palestino-israelí.
Pero
el caso de México destaca por el inédito apoyo al gobierno en
ejercicio. Rusia le ha estado dando respaldo al proyecto de Andrés
Manuel López Obrador a través de sus aparatos de propaganda, información
e influencia. La cobertura manipulada de la agenda política de México
que hace RT en Español tiene impacto internacional y nacional en la
medida en que el medio estatal expande su presencia en México y en Latinoamérica en general.
En esa línea, RT en Español ha brindado una cobertura positiva de los ataques de AMLO
contra organizaciones de la sociedad civil, periodistas, autoridades
electorales y partidos de oposición cuyas actividades son
estigmatizadas, bajo las acusaciones de ser agentes del imperialismo
estadounidense. Periodistas y comentaristas de redes sociales pro
Kremlin amplifican los ataques
contra organizaciones cívicas mexicanas a las que acusan sin ninguna
evidencia de conspirar para derrocar a AMLO, con el patrocinio de
Estados Unidos.
La
embajada de Rusia también desempeña un importante rol en el ámbito
informativo en México. En sus cuentas oficiales en X y Telegram publica
con frecuencia artículos de opinión breves que describen las políticas
estadounidenses hacia México como imperialistas o colonialistas.
No obstante, la representación diplomática insiste en que ellos promueven una cooperación desideologizada y no buscan interferir
en las elecciones nacionales. En todo caso, lo que sí queda claro es
que Rusia pretende generar tensiones entre Estados Unidos y México.
Adicionalmente, Rusia está invirtiendo en incrementar su influencia a
través de programas para entrenamiento de periodistas ideológicamente afines
con los proyectos autoritarios globales. Efectivamente, si bien una
alianza con López Obrador o su probable sucesora Claudia Sheinbaum puede
ser de interés para Putin, es de mucho más relevancia utilizar el
espacio informativo mexicano para retar a Estados Unidos y reclamar una
posición de mayor importancia geopolítica.
Democracias bajo ataque
En
nombre de la resistencia a Estados Unidos, Rusia interviene en América
Latina apoyando a gobiernos de izquierda no democrática y fomentando
alianzas con los sectores políticamente más radicales del continente.
Por sobre todo, el régimen de Putin intenta alinear los intereses y
enfrentamientos políticos de los países de la región con su narrativa de
un mundo multipolar, que en la realidad significa la consagración de
Rusia, un régimen marcadamente iliberal, como líder indiscutido de la
geopolítica internacional. Los defensores de la democracia liberal en
América Latina deben tomar nota de su significativa y creciente
influencia dentro de nuestros países.
Iria Puyosa - investigadora
senior de la Iniciativa Democracia + Tecnología del Atlantic Council.
Su investigación se centra principalmente en el impacto de las redes
sociales en los conflictos políticos y en el estudio de las operaciones
globales de información que socavan la democracia.
Postado há Yesterday por Orlando Tambosi
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