Hana Fischer,
articulista do Uruguai, afirma que as semelhanças entre José Mujica,
Lula e Hugo Chávez são enormes. Carismáticos, socialistas, sempre se
jactaram de proporcionar o paraíso na terra aos mais necessitados. São,
na verdade, demagogos e profundamente autoritários:
Las similitudes entre
José Mujica, Lula y Hugo Chávez son enormes. Los tres ex presidentes
latinoamericanos han sido carismáticos, se apartan de la imagen
tradicional de un gobernante, han fascinado al público (especialmente en
los países desarrollados), son socialistas y se jactan de proporcionar
bienestar a los más necesitados.
También se asemejan en que —en diversos grados— han sumido a sus respectivos países en crisis económicas y sociales. Han procurado debilitar al Poder Judicial,
les molesta la limitación de su poder y consideran que lo “político”
prima sobre la “jurídico”. En otras palabras, no sienten gran estima por
el Estado de Derecho ni por el imperio de la ley, a no ser, obviamente,
que la “ley” coincida con su voluntad.
Hasta ahora el Pepe
había logrado proyectar una imagen impoluta a pesar de la afinidad que
lo unía con Lula y Chávez. Es decir, que él era la excepción a la regla
de “dime con quién andas, y te diré quién eres”. Eso ha sido posible
gracias a varios factores:
El primero y más
evidente es que el lugar donde vive puede ser descripto de varios modos
pero no de lujoso. Sin embargo, eso no significa que no le interese el
dinero sino más bien que se siente en “su salsa” viviendo en un lugar
poco prolijo. Según el cristal con que se lo mire, se podría aducir que
el Pepe es alguien humilde aunque, con la misma autoridad, se podría
decir que su residencia delata desidia, haraganería y desprolijidad. La
falta de mantenimiento y de blanqueado de las paredes denotan más bien
estas últimas características, y no sencillez de vida. Son muchísimas
las personas que realmente cuentan con pocos recursos económicos y sin
embargo, son pulcras tanto en su apariencia personal como con respecto a
sus viviendas.
El segundo es que
desde que el Frente Amplio asumió el gobierno de Uruguay en el 2005,
cuenta con mayorías en ambas cámaras. En consecuencia, sistemáticamente
ha bloqueado cualquier investigación parlamentaria de presuntos hechos
de corrupción.
El tercero es que
como desde el 2005 hasta la fecha el Frente Amplio gobierna, eso ha
dificultado que los asuntos turbios sean conocidos o denunciados.
Sin embargo, en
cuanto se permite que entre un poco de “luz”, comienzan a emerger hechos
de apariencia delictiva. Es decir, indicios de corrupción producidos
(aunque no exclusivamente) durante el período en que el Pepe gobernó.
Lo primero que surgió
fue la forma en que se administró Ancap —la petrolera estatal
monopólica— que la llevó virtualmente a la quiebra. Son varias las
acciones realizadas bajo la administración Mujica que están siendo
indagadas por la justicia penal.
Luego, los negocios realizados con Venezuela
bajo el formato del Fondo Bolívar-Artigas. También en este caso, la
justicia está investigando los acuerdos comerciales firmados por Chávez y
Mujica en enero de 2011. De esos negocios lo que más les llama la
atención, es el papel desempeñado por la empresa Aire Fresco S.A.
Durante la
presidencia del Pepe, a esa firma se le otorgó la exclusividad de
intermediar en la mayoría de los acuerdos comerciales (de importación y
exportación) entre Uruguay y Venezuela. El titular es Omar Alaniz,
exintegrante del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros. Sus
directivos son dirigentes o militantes del MPP (sector político liderado
por Mujica), y algunos de ellos forman parte del círculo más cercano
del expresidente, que luego ayudaron a financiar su campaña electoral.
Este asunto es
especialmente relevante porque cuando por enésima vez los parlamentarios
oficialistas se negaban a habilitar una comisión investigadora, uno de
ellos —Gonzalo Mujica— asqueado de la situación se rebeló, y no obedeció
la orden impartida desde lo más alto. En ese contexto les gritó a sus
compañeros que le recriminaban su actitud: “Voy a votar la investigadora
aunque no salga, porque quiero verdad y justicia […] se quiere
consagran nueva forma de impunidad para generales, cuando sus tenientes
están enlodados en la opinión pública".
El más reciente de
los asuntos turbios que por fin será investigado, está relacionado con
el Fondo para el Desarrollo (Fondes). A este organismo el Pepe lo
definió como “una velita encendida al socialismo”. Ergo, es un muestra
de cómo funciona en los hechos el socialismo, así como las prioridades y
genuinos intereses de Mujica.
A fines de 2010 el
Pepe había hecho modificar la ley orgánica del estatal Banco República
(BROU), con el fin de que el Ejecutivo pudiera exigirle contribuciones
adicionales de hasta un 30% de sus utilidades netas anuales, para
constituir un fondo para financiar proyectos que a su juicio resultaran
de interés.
En setiembre de 2011
mediante decreto creó al Fondes. La mitad de los préstamos aprobados
fueron a tres empresas: Alas Uruguay, Envidrio y la ex Funsa.
“Casualmente”, todas pertenecientes a gente allegada al gobierno de
izquierda. Por ejemplo, entre los cooperativistas de Envidrio sobresalió
el actual diputado del MPP Daniel Placeres; y el ex presidente de la
Cooperativa de Trabajadores de Funsa fue Luis Romero, Director Nacional
de Trabajo en la administración Mujica.
La gran mayoría de
los préstamos del Fondes fueron a parar a empresas que se fundieron.
Entre el 2011 y la fecha perdió $70 millones. Durante el gobierno del
Pepe, el Fondes prestó $43 millones a cinco empresas autogestionadas,
pese a que los informes técnicos eran negativos. La OPP realizó
advertencias sobre los préstamos concedidos a Alas Uruguay ($15
millones), Envidrio ($10,5 millones), Funsacoop ($6 millones), y Pressur
y Cootrapay ($6 millones cada una).
Pero lo más
indignante, es el origen del dinero “regalado” a los amigotes. Ese “30%
de utilidades netas” que alimentan al Fondes, mayormente se originan en
los “prestamos sociales” que el BROU otorga a la gente de bajos
recursos, especialmente los jubilados, que pagan religiosamente las
obligaciones contraídas. En 2016 se les cobró una tasa nominal que no
bajó del 24%, lo que significa… ¡una tasa de interés real anual en torno
al 15%!
Por tanto, ¿es tan diferente Mujica a Lula y Chávez? (Instituto Cato).
BLOG ORLANDO TAMBOSI

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