Não sabemos se há vida fora da Terra, mas, se há, teria um aspecto muito diferente do nosso e do que imaginamos nos livros e filmes de ficção científica. Omar Kardoudi para El Confidencial:
Se
calcula que hay unos 300 trillones de estrellas en el universo que
pueden acoger a otros tantos planetas bajo su abrigo. Muchos de esos
mundos son similares al nuestro y se encuentran en lo que se conoce como
la zona habitable, una región ni muy cerca ni muy lejos de una estrella
donde se pueden dar las condiciones que permiten la vida. Sin embargo, a
pesar de la alta probabilidad de que haya seres vivos en algún rincón
del cosmos y de los esfuerzos de la comunidad científica por
encontrarlos, todavía no los hemos detectado y ni siquiera sabemos si lo
haremos en algún momento. Esta paradoja la planteó por primera vez en
1950 el Premio Nobel de Física Enrico Fermi, pero la cuestión sigue
generando encendidos debates entre la comunidad científica.
Que
no existan o que no los hayamos visto, no quiere decir que no podamos
fantasear con ellos y con sus apariencias. Y esto mismo es lo que ha
hecho el medio digital estadounidense Universe Today, que
ha contado con la ayuda de investigadores expertos en la materia para
hacer un atlas del aspecto de las especies alienígenas basado en las
características físicas que pueden haber condicionado su posible
desarrollo.
(DALL-E - Novaceno)
Su diseño corporal se debe a su evolución
El
cine de ciencia ficción suele representar a los alienígenas con forma
humanoide, aunque esto tiene más que ver con motivos dramáticos que
científicos ya que su forma será el resultado de su evolución al
ambiente donde viven. "Algunos diseños corporales pueden ser más óptimos
que otros, en el sentido de que pueden ser más aerodinámicos, adecuados
para la locomoción, etc.", explica a Universe Today el Dr. Manasvi
Lingam, astrobiólogo y profesor adjunto del Departamento de Ciencias
Aeroespaciales, Físicas y Espaciales del Instituto de Tecnología de
Florida. "Sin embargo, si existen especies tecnológicas extraterrestres,
podrían adoptar diversas formas. No podemos descartar especies
humanoides, pero creo que se podrían concebir otros planes corporales.
Por ejemplo, podrían tener cerebros descentralizados parecidos a los
pulpos".
El
Dr. Ramsés Ramírez, profesor adjunto del Departamento de Física de la
Universidad de Florida Central, asegura para el medio estadounidense que
todo depende de cómo haya sido la transición evolutiva de ser
unicelular a multicelular y de ahí a animales más grandes. Esto puede
ser algo universal o una característica única y específica de la Tierra.
“Podrían tener un aspecto más bien humanoide, con ligeras diferencias
(como los grises, tan extendidos culturalmente). De lo contrario,
podrían ser literalmente cualquier cosa, desde una mente colmena hasta
haces de luz sensibles".
(DALL-E - Novaceno)
Además,
los mundos en los que evolucionan pueden estar inundados por un enorme
océano que cubre toda su extensión con lo que todos los seres vivos son
marinos. O pueden ser similares al nuestro y la vida pasó del mar a la
tierra (y de ahí al aire) y se desarrolló en estos ambientes.
"Los
animales marinos son (de media) capaces de hacerse cada vez más grandes
que los terrestres, en parte porque la flotabilidad del agua les ayuda a
liberarse de las limitaciones gravitatorias, pero también porque el
frío del mar hace que la pérdida de calor sea más eficiente”, explica
Ramírez. “Los animales más grandes generan más calor, así que es mejor
ser grande en el océano frío".
La atmósfera del planeta determina la forma
El
único lugar del universo donde sabemos que hay vida es en la Tierra. Su
composición —aproximadamente un 78% de nitrógeno, un 21% de oxígeno y
un 1% de argón, además de otros gases como el oxido nitroso, metano y
dióxido de carbono– ha servido para que la vida evolucionara hasta que
pueda haber seres inteligentes que se planteen preguntas tan profundas
como si estamos solos en la galaxia. La variación de elementos en la
atmósfera de los planetas también influye en el tipo de vida que se
pueda llegar a encontrar.
(DALL-E - Novaceno)
"La
mayor transición de pequeñas formas de vida y grandes animales ocurrió
hace unos 540 millones de años en un evento llamado la explosión
cámbrica”, dice Ramírez. “Fue entonces cuando los niveles de O2
aumentaron lo suficiente como para albergar animales grandes, como
nosotros. Por tanto, cabría esperar que las formas de vida en un planeta
con niveles de O2 muy bajos fueran más bien pequeñas".
Y su masa también
La
masa de un objeto planetario determina la fuerza de su gravedad. En el
caso de la Tierra esa fuerza es igual a 9,807 m/s2 y eso ha hecho que
los humanos hayamos evolucionado hasta alcanzar una estatura media de
175 centímetros. Otras masas han podido dar lugar a otro tipo de seres
con cuerpos diferentes al nuestro.
"En
un planeta alienígena más masivo que la Tierra, con una aceleración más
fuerte debida a la gravedad, cabe esperar que la vida autóctona sea más
baja y corpulenta (es decir, músculos más gruesos, estructura
esquelética) que la que tenemos en nuestro planeta”, explica Ramírez.
“Tendrían que ser así para hacer frente a la gravedad más fuerte. Del
mismo modo, en un planeta terrestre con una atracción gravitatoria más
débil, la vida nativa evolucionaría para ser más alta y larguirucha por
término medio".
(DALL-E - Novaceno)
La estrella que los ilumina también es clave
"Diferentes
estrellas emiten energía en diferentes longitudes de onda, lo que
podría afectar a los tipos de plantas que podrían realizar la
fotosíntesis en un planeta alienígena (¡si es que la fotosíntesis aún es
posible en esas condiciones!)”, dice Ramírez. “Así que, quizás las
diferencias en la naturaleza de la luz estelar que recibe un planeta
podrían cambiar potencialmente cómo procede la evolución en un planeta."
El
Dr. Lingam asegura que "la estrella del planeta podría afectar a las
longitudes de onda en las que ven (por ejemplo, las especies en planetas
alrededor de enanas M podrían ver principalmente en el infrarrojo)".
Si vemos un ‘alien’ será una IA
Como ha explicado el astrofísico de Harvard, Avi Loeb, en varios de los artículos
publicados aquí en Novaceno, los viajes interestelares abarcan miles de
años luz y solo atravesar nuestra galaxia podría suponer para las
sondas espaciales mil millones de años. Dadas estas escalas, dice Loeb,
la mayoría de las sondas tecnológicas utilizarían la inteligencia artificial para perseguir sus objetivos de forma autónoma.
(DALL-E - Novaceno)
El Dr. Seth Shostak, astrónomo senior del Instituto SETI, es autor de un artículo
en el que dice que las especies biológicas pueden existir escalas de
tiempo limitadas y una especie inteligente que se compone puramente de
inteligencia artificial podría sobrevivir durante mucho más tiempo o
directamente ser inmortales gracias a la reparación ilimitada y que no
tiene que depender de entornos biológicos para la supervivencia. Shostak
dijo en una entrevista de 2016 que esas especies creadas por
tecnologías alienígenas podrían habitar el centro de las galaxias,
lugares con la energía necesaria para que la especie sobreviva y
prospere.
"Cualquier
especie más avanzada que la nuestra habrá perfeccionado la inteligencia
artificial”, explica Shostak para Universe Today. “De todos modos, es
mucho mejor para aventurarse en el espacio. Así que la mayoría de los
alienígenas sofisticados serán inteligencia sintética".
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