Metaversos e casas de cristal, relações entre humanos e drones, epidemias de insônia, catástrofes naturais... El Cultural seleciona uma série de romances recentes que colocam novos problemas para os leitores. Marta Ailouti para El Cultural:
¿Qué
pasaría si una epidemia de insomnio invadiera el planeta? ¿Acaso
soñarían los androides con ovejas eléctricas? ¿Cómo sería un mundo
dominado por mujeres[Esta es la distopía que alertó sobre el peligro de los algoritmos y del comunismo]
De
hecho, en Walkaway. La vida por defecto (Capitán Swing), una de las
apuestas más ambiciosas y logradas, el activista y escritor canadiense
de ciencia ficción, Cory Doctorow imagina qué pasaría si la sociedad
moderna tal y como la conocíamos se desmoronara.
En
este thriller utópico, donde abunda el humor negro, el cofundador de la
empresa de software de código abierto p2p OpenCola propone un futuro
esperanzador regido por un movimiento, los andantes, que dan la espalda a
una sociedad dominada por la violencia y la hipervigilancia policial.
Un mundo ultracapitalista destrozado por el cambio climático y la
desigualdad, donde su protagonista, Hubert, etc., y una rica heredera,
Natalie, que huye del control de su represivo padre, deciden renunciar
al sistema y formar parte de estos activistas, con centros de
investigación ajenos al poder.
Mujeres al poder
Por
su parte, dos veranos de temperaturas extremas nos traen dos historias
protagonizadas por mujeres con un planteamiento parecido: ¿hasta dónde
haría falta llegar para que las mujeres puedan vivir seguras y en
igualdad? "Hacía un calor sofocante, finales de julio, esa semana se
batieron récords", recuerda la protagonista de El Movimiento
(Funambulista), mientras evoca el día que llegó a trabajar a la
Institución, una vieja procesadora de carne, donde se somete a los
hombres a un programa intensivo de reeducación, diseñado para erradicar
las ideas de dominación masculina y de cosificación sexual de la mujer.
Con ecos de El cuento de la criada,
aunque aquí son ellas las que poseen el poder, y bajo el pensamiento
único de que las mujeres deben ser valoradas por sus cualidades
espirituales, y no por sus atributos físicos, esta utopía feminista fue
creada por la escritora checa Petra Hůlová y suscitó grandes polémicas
en su país de origen cuando se publicó en 2018.
Especializada en la cultura mongola
y reconocida por los premios más importantes de Chequia, Hůlová se
plantea hasta dónde seríamos capaces de llegar, qué límites haría falta
traspasar, para conseguir un mundo verdaderamente igualitario en una de
las más interesantes lecturas distópicas para el verano.
Muy
en sintonía con Hůlová, Sandra Newman también nos presenta un dilema en
Un mundo sin hombres (Seix Barral) cuando, un 26 de agosto, su
protagonista, Jane Pearson, se despierta y se encuentra con que todos
los hombres del mundo han desaparecido, incluidos su marido y su hijo.
"Cuando
los hombres desaparecieron, no se sintió nada –escribe–. Yo estaba de
acampada por los montes del norte de California con mi marido y mi hijo.
Anochecía y el cielo estaba de un solo color: violeta grisáceo, sedoso,
oscuro". Y después, nada. El mundo en el que amanece esta protagonista
es un mundo mejor: más feliz y más seguro. Sin embargo, ¿podrá Jane
renunciar a encontrar a su hijo y su esposo a cambio de ese lugar
idílico o, por el contrario, ayudará a los hombres a regresar?
Sin poder dormir
Menos
radical, aunque en esta misma línea, una de las grandes maestras
contemporáneas del terror y la ciencia ficción, Anna Starobínets, le
extirpa el impulso sexual a los hombres, en una operación quirúrgica
contra las infidelidades, en el relato que da nombre a su nuevo libro,
La glándula de Ícaro (Impedimenta).
La
exiliada rusa, autora de Tienes que mirar, abre su propia caja de
Pandora y regresa en esta ocasión con siete fantásticas historias para
los amantes del género donde retrata sin piedad a una humanidad que se
tambalea: niños criados por tablets y consolas, un tren que nos devuelve
a cualquier punto del pasado y un avión capaz de transportarnos al
futuro, conciencias digitalizadas que dejan una puerta entreabierta a la
vida eterna, mundos a los que todos quieren ir, pero pocos pueden
acceder…, pueblan este dispar universo donde la autora da rienda suelta a
su imaginación con una mirada compasiva y devastadora.
Retrato de Yevgueni Zamiatin a cargo de Boris Kustodiev en 1923.
Y
es que, puede que los peligros de hoy sean las distopías del mañana. La
falta de sueño y el aumento de la venta de medicamentos para dormir se
han convertido posiblemente en algunos de los males endémicos del siglo
XXI. Bajo esta premisa, la estadounidense Karen Rusell ha construido su
última novela: Donantes de sueño, publicada por Sexto Piso, donde la
autora de libros como Vampiros y limones o Tierra de caimanes –ambos
publicados por Tusquets–, esboza una entretenida distopía sobre una epidemia de insomnio que sacude a Estados Unidos, dejando a miles de personas sin la capacidad de dormir.
Entre
transfusiones de sueños, bajo este desolador mal de "pupilas salpicadas
de vetas rosas" y "semblantes demacrados, impresos por la luz de la
luna a través de la ventana", su joven protagonista, hermana de una de
las víctimas mortales de esta epidemia, trata de captar donantes de
sueño que eviten la muerte de miles de personas abocadas a vivir sin
descanso.
Cataclismos climáticos
Sea
como sea, la dirección del viento está cambiando y eso se nota también
en la literatura especulativa que estos meses nos alerta de las
consecuencias del cambio climático con tres novelas diferentes. Sin
abandonar al sentido del humor que ya vimos en Las mutaciones,
el escritor mexicano Jorge Comensal plantea en Este vacío que hierve
(Alfaguara) una distopía situada en el año 2030 donde aborda temas como
la crisis ambiental, el activismo social, las adicciones o los
conflictos familiares, con una historia que arranca con un gran incendio
imposible de parar. "Aquí no cayó ninguna bomba atómica –escribe–.
Simplemente se oxidó la vida con la premura de la sed. Sólo eso".
Por
su parte, Michael Nieva se aleja más aún en el tiempo, hasta 2197, para
descubrir las consecuencias del derretimiento de los últimos hielos
antárticos con una original mirada ciberpunk a la crisis climática en La
infancia del mundo (Anagrama). Elegido por Granta como uno de los
grandes escritores jóvenes en español a seguir hoy, el autor argentino
plantea esta catástrofe ambiental que transforma La Pampa argentina en
un Caribe Pampeano, protagonizada por un niño dengue, una especie de
mosquito humanoide.
Por
último, no es casualidad que un incendio y un deshielo precedan en este
recorrido a La última migración (Salamandra), de la australiana
Charlote McConaghy, cuya protagonista, Franny Stone, marcada por un
oscuro pasado, se traslada hasta Groenlandia para seguir la estela las
últimas aves de la Tierra en lo que podría ser su última migración hacia
la Antártida.
Postado há 3 weeks ago por Orlando Tambosi
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