terça-feira, 1 de março de 2022

Opressão e liberdade segundo Simone Weil

 



Diego Pereda analisa, para ACEprensa, o livro Opressão e Liberdade, de Simone Weil, traduzido recentemente para o espanhol:


Sin ver publicado ninguno de sus escritos en forma de libro, habiendo trabajado como maestra pero también como obrera en una fábrica de Renault, después de integrarse en la columna Durruti durante la Guerra Civil española y en la resistencia francesa, y tras morir de tuberculosis a los 34 años, no cabe sorprenderse de que la obra de Simone Weil (1909-1943) sea un tanto fragmentaria. Mística, revolucionaria e intelectual, esta filósofa educada en el judaísmo asimilado y, según algunos testimonios, conversa al catolicismo en sus últimos días, fue una de las pensadoras más lúcidas que dio el siglo XX francés. Que fuese capaz de sobresalir en esa época y lugar, y con una vida tan breve y tan plena, da la medida de su altura intelectual, y de la pérdida que supuso su muerte para el legado cultural y político de Occidente.

Su compromiso con la causa de los trabajadores industriales, principal materia del presente libro, le llevó a adoptar su forma de vida durante unos meses y la empujó inevitablemente al análisis pormenorizado de la obra de Marx, al que reconocía el mérito de haber sido el primer filósofo en sistematizar el estudio de la sociedad como una correlación de fuerzas, y también el de haber convertido en una disciplina autónoma e indispensable lo que hoy llamamos sociología. En el debe del alemán anotó casi todo lo demás, especialmente su concepción cientificista y mecanicista de la historia y del hombre y, por supuesto, la ignorancia absoluta de lo trascendente. Con respecto al fruto más llamativo del marxismo, el estalinismo, su corta vida le bastó para señalar detalladamente las carencias, errores y monstruosidades que otros intelectuales tardarían casi treinta años en reconocer.

Para Weil, la cuestión de la alienación es indisociable de la pérdida del sentido profundo del trabajo. La escisión entre lo manual y lo intelectual, la separación entre el producto que elabora el trabajador y su ignorancia sobre el porqué, el cómo y el para qué (o para quién) de su esfuerzo es uno de los desafíos centrales de nuestra era. Aunque mejoren las condiciones de vida de los trabajadores, tal y como ocurre en la actualidad, al menos en los países más desarrollados, esa deshumanización ha provocado que “aturdidos como estamos desde hace varios siglos por el orgullo de la técnica, [hayamos] olvidado que existe un orden divino del universo. Ignoramos que el trabajo, el arte, la ciencia, no son más que distintas maneras de entrar en contacto con él”.

Una de las cualidades más sobresalientes de Weil es su capacidad para desarrollar una filosofía social y política, muy influida por las ideas platónicas y cristianas, que no pierde en ningún momento sus dos ejes: en el vertical, la trascendencia, y en el horizontal, el sufrimiento de los hombres. A esta virtud se une un estilo literario claro, cargado de ejemplos y metáforas, y de una sencillez deliberada, que facilita la lectura a los poco familiarizados con el lenguaje habitual de los filósofos. Para comprender el siglo XX y repensar el XXI sería indispensable que la obra de Weil, bien difundida en España por la editorial Trotta y ahora por Página Indómita, ocupase el lugar de honor que se merece. En este empeño, Opresión y libertad es un magnífico punto de partida.
 
BLOG  ORLANDO  TAMBOSI

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