terça-feira, 27 de junho de 2023

O rastro mais antigo do "Homo sapiens", há 153 milhões de anos.

 

BLOG  ORLANDO  TAMBOSI

Uma pesquisa científica acaba de identificar e datar sete novos traços deixados por nossos antepassados na costa sul da África do Sul. David Barreira para El Cultural:


Hace unos 153.000 años, un individuo, un humano moderno que caminaba por lo que hoy en día es el Parque Nacional Garden Route, casi en la punta más meridional de Sudáfrica, dejó una marca de su viaje en una eolianita, una roca que se forma por la compactación del sedimento. Escondida en un túnel, la huella quedó congelada en el tiempo a la espera de que alguien reparase en ella, a que un equipo de arqueólogos anunciase su hallazgo afirmando que se trata de la pisada más antigua del Homo sapiens, de nuestra especie.

Hace apenas dos décadas solo se habían identificado huellas de homininos —fósiles de homínidos que pertenecen al linaje humano, después de que este se separara de la especie de los chimpancés y bonobos— en cuatro yacimientos africanos —en el de Laetoli, en Tanzania, se han identificado las pisadas más antiguas de la historia, de hace 3,66 millones de años—. Pero desde entonces, el registro de icnitas —huellas o señales dejadas en los sedimentos o las rocas por un organismo— ha aumentado exponencialmente, documentándose en otras regiones del mundo como las Islas británicas o la península Arábiga. En total, más de un centenar de huellas de humanos modernos y especies más antiguas que quedaron impresas sobre las rocas, la ceniza o el barro seco.

En un estudio publicado en la revista Ichnos, un equipo internacional de investigadores liderado por Charles Helm (Universidad Nelson Mandela) y Andrew Carr (Universidad de Leicester) ha presentado las dataciones de siete de estas huellas humanas que han sido localizadas en la costa del Cabo de Sudáfrica en los últimos cinco años. La más reciente tiene 70.000 años y la más antigua, la primera pisada documentada hasta el momento de un Homo sapiens, 153.000 años.


Lugar del hallazgo y estratigrafía de la huella. 

"Las nuevas fechas corroboran el registro arqueológico. Junto a otras evidencias sobre la zona y el periodo, que incluyen el desarrollo de herramientas de piedra sofisticadas, arte, joyas y la pesca de mariscos, confirman que la costa del Cabo fue un área en la que los hombres anatómicamente modernos sobrevivieron, evolucionaron y prosperaron antes de expandirse fuera de África a otros continentes", ha explicado Helm y Carr en un artículo publicado en The 

Las icnitas han sido datadas mediante luminiscencia ópticamente estimulada, una técnica que fecha el último momento en que un material de origen sedimentario estuvo expuesto a la luz solar; es decir, el momento de su entierro. Cuatro de las siete marcas nuevas descubiertas en Sudáfrica se corresponden con huellas de homininos —una de ellas es la impresión de una rodilla— y las tres restantes son otro tipo de patrones creados por la actividad humana.

"Teniendo en cuenta cómo se formaron las marcas de este estudio —impresiones sobre arena mojada cubiertas por más arena transportada por el viento— [la luminiscencia] es un buen método ya que podemos estar razonablemente seguros de que el "reloj" de datación empezó más o menos en el mismo momento en que la huella fue creada", explican los investigadores.

En el artículo científico, los autores explican que las huellas son un gran complemento de los hallazgos arqueológicos ya que proporcionan información sobre los viajes de estos individuos que vivieron hace decenas de miles de años y sobre algunas de las actividades que desarrollaron. "Dado que relativamente pocos restos de esqueletos de homininos han sido descubiertos en la costa del Cabo, las marcas dejadas por nuestros ancestros humanos mientras se movían por el paisaje antiguo son una forma útil de completar y mejorar nuestra comprensión de los homininos de África", valoran.

También reconocen que la atribución a la especie Homo sapiens de estas marcas se basa más en artefactos arqueológicos y restos de huesos que en la forma de las propias huellas. Y otro contratiempo: estos vestigios son vulnerables a la erosión provocada por el viento y el océano. Los investigadores cierran su estudio revelando sospechas de que hay más icnitas de homininos escondidas en la costa sur del Cabo. El tiempo apremia antes de que se pierdan definitivamente.
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