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A descoberta de uma tumba na antiga cidade de Megido, em Israel, com dois irmãos que morreram de doença infecciosa, joga luz sobre os procedimentos médicos aplicados na Idade do Bronze. David Barreira para El Cultural:
Los
dos hermanos sucumbieron a los efectos de una enfermedad infecciosa,
quizá un brote de lepra o tuberculosis que se extendió por la antigua
ciudad de Megido, en la actual Israel, un importante núcleo urbano en el
II milenio a.C., con un imponente skyline de palacios, templos y
estructuras defensivas, que controlaba parte de la Via Maris, la ruta
terrestre que conectaba Egipto con Siria-Mesopotamia y Anatolia.
Formaban parte de la élite porque fueron enterrados entre 1550-1450 a.C.
en un área aledaña al gran centro palatino de la Edad del Bronce del
lugar, justo al lado de una tumba que conservaba los restos de 17 individuos, joyas de oro y plata o decenas de recipientes cerámicos.
La
sepultura de ambos hermanos, uno de entre 21 y 46 años, el otro rondaba
la veintena, que fallecieron con una diferencia de alrededor de dos
años y fueron reunidos de nuevo en su muerte, era menos lujosa, pero
también contenía ricas ofrendas de fauna y cerámica chipriota. Sus cuerpos se hallaron
durante unas excavaciones realizadas en el yacimiento en 2016 y el
análisis de los huesos ha arrojado ahora importantes datos para estudiar
los procedimientos médicos aplicados en la época. Incluso los más
extraños como la que sería la evidencia más antigua de cirugía cerebral
en el Antiguo Oriente Próximo.
En
el cráneo del hermano mayor se ha documentado un raro caso de
trepanación: poco antes de su muerte, un ducho cirujano le abrió en la parte frontal del cráneo
un orificio cuadrado de 32x31 milímetros. Es probable que fuese ya un
último intento desesperado para aliviar la presión y los dolores que
sentía en la cabeza. Sin embargo, la intervención resultó insuficiente:
el hombre murió durante la operación o como mucho sobrevivió unas horas o
un puñado de días más. Este hallazgo, resultado del fascinante trabajo
de un equipo de investigadores de Estados Unidos, Austria e Israel, se
ha publicado este miércoles en la revista científica PLOS ONE.
Análisis de la cirugía craneal del individuo de Megido. Rachel Kalisher et al
Los análisis de ambos cadáveres, tal vez miembros de la realeza
precisamente por haber tenido acceso a tratamientos que no habrían
estado disponibles para la gran mayoría de los habitantes de Megido, han
desvelado que los dos individuos presentaban varias anomalías
esqueléticas. El hermano mayor mostraba otra sutura craneal y un molar
adicional en una comisura de la boca, lo que sugiere que pudo haber
tenido un raro trastorno genético del crecimiento óseo. Los huesos de
los dos individuos muestran pequeñas evidencias de anemia por
deficiencia de hierro sostenida en la infancia, lo que también podría
haber afectado a su desarrollo.
No
obstante, los investigadores señalan que la causa de la muerte más
probable de ambos sujetos fue una enfermedad infecciosa, según han
desvelado los análisis óseos. Un tercio del esqueleto de uno de ellos y
la mitad del otro muestran porosidad y signos de inflamación previa en
la membrana que cubre los huesos, lo que en conjunto sugiere que tenían
casos sistémicos sostenidos de una enfermedad infecciosa como
tuberculosis o lepra.
Medicina en la Antigüedad
"La
lepra puede propagarse dentro de las unidades familiares no solo por el
contacto directo sino también porque su propensión a contraer la
enfermedad esté influenciada por su herencia genética", explica Rachel
Kalisher, investigadora del Instituto Joukowsky de Arqueología y el
Mundo Antiguo (Universidad de Brown, EEUU) y autora principal del
estudio. "Al mismo tiempo, es difícil de identificar porque afecta a los
huesos por etapas, y puede no ocurrir en el mismo orden o con la misma
gravedad para todos. Nos resulta difícil determinar con certeza si estos
hermanos padecieron lepra o alguna otra enfermedad infecciosa".
Los
restos humanos se están sometiendo a más análisis en el Instituto Max
Planck de Antropología Evolutiva (Alemania) para resolver el misterio.
De confirmarse, serían uno de los primeros ejemplos documentados de
lepra en el mundo.
Imagen aérea del yacimiento de Megido.
"Estos
hermanos vivieron con algunos condicionantes patológicos bastante
intensos que, en este periodo histórico, habrían sido difíciles de
soportar sin riqueza y estatus", valora la bioarqueóloga. "Si formabas parte de la élite,
tal vez no tuvieses que trabajar tanto, tal vez pudieses tener acceso a
una dieta especial y tal vez pudieses sobrevivir a una enfermedad grave
durante más tiempo porque tenías acceso a los cuidados". Y también a
intervenciones complejas como la trepanación, un procedimiento
documentado en lugares como Sudamérica o África para hace miles de años,
pero poco habitual en el registro arqueológico de Oriente Próximo.
Uno
de los principales objetivos del trabajo científico de Kalisher
consiste en arrojar luz sobre las prácticas de la medicina antigua. ¿Por
qué algunas trepanaciones fueron redondas y otras cuadradas o
triangulares? ¿Cómo se realizaba la operación en cada zona? ¿Qué dolores
eran los que se intentaban tratar? "Tienes que estar en una posición
bastante terrible para que te hagan un agujero en la cabeza", reflexiona
la investigadora. "A mí me interesa lo que podemos aprender al observar
la literatura científica sobre cada ejemplo de trepanación en la
Antigüedad, comparando y contrastando las circunstancias de cada persona
que se sometió a la cirugía".
También
espera que estos resultados muestren al público general que las
sociedades antiguas no se regían necesariamente por el principio de
"sobrevive el más apto": "En la Antigüedad hubo mucha más tolerancia y
cuidado de lo que la gente se imagina. Tenemos pruebas de la época de los neandertales
de que se cuidaban, incluso en circunstancias extremas. No trato de
decir que todo era maravilloso —había divisiones de sexo y clase—, pero
en el pasado, las personas seguían siendo personas".
Postado há 2 days ago por Orlando Tambosi
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