BLOG ORLANDO TAMBOSI
O ceticismo, tal como a humildade, é uma ferramenta fundamental: nos ajuda a duvidar para compreender de forma mais precisa o mundo que nos rodeia. Iñaki Domínguez para Ethic:
Decía
Sócrates, el sabio ático, que «sólo sé que no sé nada». Y esa parece
ser la forma primordial de saber (o la base sobre la que todo
pensamiento interesante ha de obtenerse): percatarse de que no somos
sabios. Es desde el escepticismo y la humildad desde donde ha de
buscarse el conocimiento. El término «humildad» viene de humus, que
significa tierra. El humilde es así, por decirlo de alguna manera, aquel
que tiene los pies bien plantados sobre la tierra. No debemos olvidar
que Sócrates fue el más humilde de sus congéneres y, según el oráculo de
Delfos, también el más sabio de los atenienses (precisamente por esa
célebre cita: porque era consciente de su ignorancia). Aquel que no duda
de su sabiduría, generalmente, es aquel cuya mente está poblada de
prejuicios y dogmas colectivos (así como aquel cuya mente ha sido
programada con mayor eficiencia por el cuerpo social). A su vez, solo
desde el escepticismo hemos de hallar verdades. Si uno cree que ya
conoce las realidades del mundo, ¿para qué buscar?
El escepticismo, comprendido en la antigua Grecia
como «la doctrina que duda de la verdad de las cosas», ha operado como
herramienta y base de la filosofía en distintos momentos críticos de su
historia. Si Sócrates representa uno de ellos, Descartes encarna otro
momento histórico en que el escepticismo y la falta de confianza en la
tradición y en las «verdades» bien establecidas sirven de acicate a la
hora de ejercer la filosofía. De este modo, Descartes establece que uno
ha de confiar tan solo en la facultad de la razón, al tiempo que todo
conocimiento debe sustentarse sobre la base de la evidencia; es decir,
sobre aquella verdad identificable por sí misma. Skeptikós era, en la
Grecia que dio a la luz la filosofía occidental, un término que
significaba «el que examina» (y no solo el que duda). Escéptico es,
también, el que sabe mirar.
No
en vano, Marx, Nietzsche y Freud fueron llamados por el filósofo Paul
Ricoeur los «filósofos de la sospecha». Y ya se sabe, solo sospecha
aquel que no acaba de creer algo, aquel que se muestra escéptico con
respecto a la verdad establecida. Es por ello que el escepticismo es una
herramienta fundamental para cualquier ciudadano que aspire a
comprender lo que le rodea: en un mundo en el que el marketing y la
propaganda juegan un papel tan decisivo –y donde la seducción de masas
es el gran objetivo de innumerables corporaciones–, el escepticismo
resulta aún más decisivo si queremos protegernos de tan poderosos y
omnipresentes embauques.
Pero
el pensamiento crítico no solo ha de defenderse hoy de los referidos
cantos de sirena comerciales, sino que es también la ideología –en
muchos casos política– la que interfiere con un correcto modo de
interpretar el mundo. Hace no mucho, por ejemplo, una presentadora de
televisión llamaba «suicidio ampliado»
al premeditado asesinato de una niña de seis años a manos de su madre:
el crimen cometido no parecía encajar dentro de algunas de las ideas
feministas más mediáticas.
La
mejor manera de comprobar nuestra coherencia, por tanto, consiste en
contar con un sistema de pensamiento bien articulado; uno en el cual las
contradicciones e incoherencias brillen por su ausencia. Así pues, el
escepticismo (como arma de autodefensa) y la coherencia (como prueba de
un pensamiento independiente) resultan esenciales si aspiramos a
entender la realidad desde una perspectiva propia; es decir, como una
interpretación purificada de intereses e inclinaciones ajenas. En una
sociedad cada vez más tecnológica, la necesidad de este tipo de medidas,
comprobadas y utilizadas por la filosofía desde hace siglos, se hace
cada vez más acuciante si queremos ser sujetos autónomos. Si el
escepticismo fue a lo largo de los siglos una actitud particularmente
importante a la hora de pensar por uno mismo, hoy dicha estrategia cobra
una significación particularmente relevante para todos nosotros.
Postado há 4 hours ago por Orlando Tambosi
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