O filme pretende apresentar a filha predileta de Marx, Eleanor, codmo heroína progressista que lutava pelos trabalhadores e pelo feminismo. Artigo do professor Carlos Rodríguez Braun, publicado por La Razón:
Susanna
Nicchiarelli ha escrito y dirigido Miss Marx, una fallida película
sobre la hija menor, y la favorita, de Karl Marx, Eleanor «Tussy» Marx,
con Romola Garai en el papel protagonista, y Patrick Kennedy en el de su
amante, Edward Aveling.
La
intención de Nicchiarelli es propagandística y pretende hacer pasar a
Eleanor como una heroína progresista en favor de los trabajadores y la
causa feminista. Sin embargo, como escribió Deborah Young en The
Hollywood Reporter, la película, por su encorsetamiento, «finalmente no
va a ninguna parte» y se derrumba entre tópicos: «Nicchiarelli es muy
afortunada de que Romola Garai tenga suficiente firmeza para mantener a
flote semejante embarcación bamboleante».
El
filme da en ocasiones la impresión de que aspira a señalar los aspectos
más oscuros de la vida de «Tussy» y de su padre, como cuando cuenta que
Karl, ese señorito, dejó embarazada a su asistenta, Helen «Lenchen»
Demuth, que tuvo su hijo en 1851, a poco de llegar la familia Marx a
Londres. Ese niño, Frederick Demuth, nunca reconocido, sería el único
hijo varón de Marx que sobreviviría. Un moribundo Engels le ratifica la
verdad a una incrédula y angustiada Eleanor.
Sin
embargo, lo cierto es que Miss Marx elude una tragedia de fondo,
aparte, naturalmente, de ignorar el horror genocida que significó la
aplicación práctica de las ideas marxistas, que Eleanor difunde con
ingenuo entusiasmo. La tragedia eludida es la personal.
En
primer lugar, no cuenta lo que le sucedió a su propia familia, marcada
por fallecimientos prematuros y suicidios, como el que finalmente
cometerían Laura Marx y Paul Lafargue, tras la muerte de todos sus hijos
–los únicos descendientes reconocidos de Marx serían los cuatro hijos
de Jenny y Charles Longuet.
En
segundo lugar, no termina de mostrar la historia de la propia
protagonista, incluido su suicidio. En 1883 conoce a, y se enamora
perdidamente de Aveling, un biólogo, profesor, dramaturgo y militante
socialista. Él estaba legalmente casado, le fue infiel, la abandonó y
regresó más tarde, gravemente enfermo. «Tussy» lo cuidó hasta que se
curó. Una mañana, cuando él estaba casi recuperado, en 1898, ella
recibió una carta donde le revelaban que él se había casado secretamente
con una actriz. Eleanor se envenenó. Dejó una breve nota para Aveling
que decía: «qué triste ha sido la vida todos estos años».
BLOG ORLANDO TAMBOSI
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