MEDIÇÃO DE TERRA

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MEDIÇÃO DE TERRAS

domingo, 6 de agosto de 2017

O que a esquerda não quer que você saiba sobre os países nórdicos


Esquerdistas e social-democratas em geral tendem a venerar o "Estado de Bem-Estar" dos países nórdicos, que torram 45 por cento do PIB. Esses países, que os socialistas consideram seu último refúgio - a utópica "terceira via" - estão longe de ser um exemplo de administração. E socialistas é que não são. Artigo da economista colombiana Vanesa Vallejo:


Incontables veces quienes defendemos el “capitalismo salvaje” nos encontramos con socialdemócratas e izquierdistas que aseguran tener la prueba de que la clave para el desarrollo económico y la prosperidad es un gran Estado de bienestar. Los países nórdicos, con un gasto estatal que supera el 45 % del PIB, parecen ser el último refugio de socialistas y defensores de la “tercera vía”.

Y es que claro, si se trata de ver solo lo que nos conviene los países nórdicos tienen ciertos datos que parecieran, a primera vista, darle la razón a los defensores del Estado de bienestar. Con un gasto estatal enorme, son el ejemplo perfecto para los socialistas.

Gasto estatal como proporción del PIB en los países nórdicos:

Suecia: 51,1 %
Dinamarca: 56,1 %
Islandia: 44,3 %
Noruega: 45,3 %
Finlandia: 58 %

Les queda fácil a muchos decir que la clave para ser prósperos es tener un gasto estatal de alrededor del 50 % del PIB o incluso más.

Pero, además, los impuestos de estos países son bastante elevados. Si analizamos el Índice de Libertad Económica 2017 de la Fundación Heritage, que compara los resultados de 178 economías, en lo correspondiente a “carga impositiva”, encontramos que los nórdicos ocupan puestos bastante malos, su carga impositiva es elevada, como le encanta a la izquierda.

Carga Impositiva

Dinamarca Puesto 181
Suecia Puesto 179
Noruega Puesto 172
Finlandia Puesto 152
Islandia Puesto 136

Pero, ¿nos indican estos datos que los países nórdicos son socialistas? ¡Claro que no! La clave está en “hilar fino”.

Lo primero que hay que decirle a quienes utilizan amañadamente estos datos para defender sus ideas izquierdistas es que los nórdicos están en los primeros lugares cuando se mide la libertad económica. Es decir, están entre los modelos económicos que más se acercan a lo que los liberales quisiéramos. Dinamarca está en el puesto 18, Islandia en el puesto 22, Suecia en el 19, Noruega 25 y Finlandia en el puesto 24. Esto entre 178 países.

Este dato ya de entrada debería hacer que la gente se abstuviera de tildar de socialistas a los nórdicos. ¿Cómo que socialistas si están entre los países con mayor libertad económica del mundo?

Pero es que, además, cuando analizamos a fondo la carga impositiva y el gasto estatal del que tanto habla la izquierda nos damos cuenta de que los países nórdicos son bien particulares y que aún en esos aspectos en los que parecen ser tan estatistas comprenden la importancia del capitalismo y del sector privado.

La carga impositiva en estos países es elevada, es cierto. Pero son impuestos regresivos. Eso quiere decir que han entendido que esa idea de “quitarle a los ricos para darle a los pobres” es nefasta. Sus impuestos son bajos para las empresas y altos para las personas. Premian la innovación, el emprendimiento y la creación de trabajo.

Y luego, si miramos en detalle el asunto del elevado gasto fiscal, desde luego nos enfrentaremos a cifras que pueden confundir en un principio. Sanidad y educación públicas y gratuitas, datos que son un manjar para la izquierda que saca pecho diciendo que en Finlandia todas las escuelas son públicas y siempre ocupan los primeros lugares en las pruebas internacionales.

¡Hemos encontrado un sistema de planificación estatal centralizada que funciona!

No, nada de eso. Qué tan pública es una escuela en la que el rector puede despedir a los maestros cuando quiera si así lo considera conveniente. Qué tan pública es una escuela en la que los directivos pueden decidir si se enfocan en matemáticas, en arte o en lo que quieran y solo deben cumplir un currículo mínimo y, finalmente, qué tan pública es una escuela en la que se deja de recibir financiamiento si no se consigue un número mínimo de alumnos matriculados.

Sí, los fondos con los que se financia esa escuela son públicos, pero debe funcionar tal y como lo haría un colegio privado. Lo mismo sucede en Suecia y en Noruega donde el subsidio no es a la oferta sino a la demanda. De modo que si una escuela no recibe suficientes alumnos para mantenerse, tiene que cerrar. Es decir, son sistemas educativos en los que no se elimina la competencia, los padres llevarán a sus hijos solo a las buenas escuelas, las malas quebrarán.

Lo que sucede con los colegios públicos en Colombia, por poner un ejemplo, es muy diferente. Las escuelas pueden ser las peores, como efectivamente lo son, y siguen obteniendo financiación. A los padres se los obliga a pagar por escuela pésimas.

Entonces, izquierda del mundo que quiere presentar a los países nórdicos como socialistas: ¡vamos, sigamos su ejemplo! si vamos a poner impuestos por favor que sea a las personas, a las empresas no las molestemos porque son las que generan riqueza. Y si quieren un sistema de salud y de educación públicos entonces subsidiemos la demanda y no la oferta, y hagamos que los prestadores de servicio compitan y se ganen su dinero trabajando arduamente y no con la confianza que implica saber que se tiene al cliente asegurado.

Por último, el punto clave del asunto es que no es por su elevado gasto estatal y carga impositiva que estos países son prósperos, es porque en aquella parte de la economía en la que no se mete el Estado son tan libres que generan una extraordinaria ganancia que da para mantener ciertos derroches.

La idea de que no se sale de la pobreza con un gran Estado de bienestar da para otro artículo completo, pero solo para dar algunas cifras recordemos que es apenas hasta la década de los 70 que empezamos a ver en diferentes países un gasto estatal que ronda el 40 % o más del PIB.

El gran Estado de bienestar de los países nórdicos no es como lo pintan pero, sobre todo, no es la causa de su riqueza, es el derroche que se pueden permitir después de haberse hecho ricos con el liberalismo económico. (PanAm Post).
BLOG ORLANDO TAMBOSI

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