Se os cursos de economia
são ministrados em universidades, é bem provável que os alunos verão
diatribes contra o mundo empresarial, aqui ou nos países vizinhos. São
todos antiliberais de carteirinha. Carlos Rodríguez Braun, no Instituto Cato:
Estamos acostumbrados
a escuchar y leer que los estudios de Economía y Empresa preparan a los
estudiantes para ser amigos de las empresas, del capitalismo y el
liberalismo. Probablemente lo contrario esté más cerca de la verdad, y
no sólo en nuestro país sino en todo el mundo.
Leí hace tiempo un artículo en el Wall Street Journal escrito por Matthew T. Tice, un joven que acababa de graduarse en la Universidad de Bentley,
pequeño centro orientado a los estudios empresariales en Waltham, cerca
de Boston. “La escuela suele ubicarse entre las 25 primeras del país en
licenciaturas de Empresariales. Como muchas otras escuelas de negocios,
Bentley presume de tener un avanzado programa de estudios de Empresa
junto a la riqueza educativa de las artes liberales. Sin embargo, en vez
de aportar una base sólida en las humanidades clásicas —lo que
resultaría muy útil en el mundo de los negocios— muchas de las
asignaturas que cogí defendían una posición antiliberal contraria al
capitalismo norteamericano y a las empresas en general”.
Así, a Matthew le
enseñaron la basura progre habitual sobre los malvados ricos, el odiado
1%, la causa de todos los males, porque no pagan “suficientes”
impuestos. Le enseñaron que las empresas explotan, contaminan y engañan,
y que todo en Estados Unidos es un fracaso, porque la nación ha
abandonado “el sueño americano”.
La corrección
política, pues, en todo su esplendor. En lo único que yo matizaría al
joven Tice es en algo que empeora bastante el panorama que pinta.
Sospecho que eso que le enseñaron en Bentley no es muy distinto de lo
que se enseña en otras universidades norteamericanas, incluidas las más
famosas y prestigiosas. Y si eso es así allí, excuso decirle, señora,
señor, el grado de intoxicación antiliberal que padecen los estudiantes
de Economía y Empresa en nuestro país. Por desgracia, hay bastantes
centros y universidades privadas que tampoco se salvan a la hora de
adiestrar a los estudiantes en las perversidades del sistema
capitalista, y sobre la urgente necesidad de que intervenga el Estado
para corregir las flagrantes deficiencias de los empresarios. Y así como
a Matthew Tice le pusieron películas sobre fraudes empresariales para
enseñarle cómo son los negocios, en nuestro país son muchas las
business-schools que insisten en dar clases de ética empresarial, como
si los empresarios fueran personas inherentemente inmorales. No como los
políticos, los sindicalistas, los intelectuales, los catedráticos y los
periodistas, naturalmente.
Al final, tenemos
supuestas organizaciones empresariales que están todo el rato pidiendo
perdón a todo el mundo y ayuda al Estado. Abrazan la corrección política
y se apartan del liberalismo todo lo posible, y más. Si apoyan el
capitalismo, aclaran que solo al humanitario e “inclusivo”. En un apogeo
de valentía, llegan incluso a veces a pedir que baje el gasto público.
Pero solamente el “superfluo”, claro.
BLOG ORLANDO TAMBOSI
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