Patrick Michaels,
acadêmico titular de Estudos Ambientais do Instituto Cato, ressalta que
aproximadamente metade do "aquecimento global" desde a Revolução
Industrial não não se deve à atividade humana:
En mayo de 2016,
Donald Trump prometió “cancelar el Acuerdo de París sobre el cambio
climático”. Esta fue una declaración contenida en un texto preparado, un
discurso inusual para el entonces candidato presidencial.
Desde ese entonces,
se ha reportado que ha soportado presión de su hija Ivanka —que ha
establecido un proceso de revisión intensivo acerca de la política
respecto del cambio climático— junto con su esposo Jared Kushner y el
Secretario de Estado Rex Tillerson para que EE.UU. permanezca dentro del
acuerdo. No obstante, la semana pasada cumplió con esa promesa de
campaña.
Toda la resistencia a
esta medida ignora un hecho que hasta ahora no ha sido reconocido: el
Acuerdo de París está basado en una confusión acerca de la historia y
ciencia del clima. El objetivo es mantener las temperaturas “muy por
debajo” de 2 grados Celcius por encima de los niveles pre-industriales, y
de “emprender esfuerzos” para limitar el aumento de la temperatura en
un 1,5 grado Celsius.
La confusión clave es
que todo el calentamiento que se ha dado desde la Revolución Industrial
—0,9 grados Celsius— es el resultado de la actividad humana.
Difícilmente. Desde
que se inician los récords confiables de temperaturas globales a fines
del siglo 19, han habido dos periodos de calentamiento significativo que
son estadísticamente indistinguibles en magnitud. El primer periodo
ocurrió desde 1910 hasta alrededor de 1945, con un aumento de
temperatura de alrededor de 0,5 grados Celsius. Solo podía haber una
influencia humana mínima en este periodo, simplemente porque los humanos
no habían emitido mucho dióxido de carbono.
Luego de un periodos
de un ligero enfriamiento, el segundo periodo de calentamiento empezó en
algún momento alrededor de 1976 y llegó a su fin con el gran fenómeno
de El Nino en 1998. Este periodo probablemente se debió en parte al
efecto de gases de invernadero.
La razón por la cual
este periodo fue afectado por el calentamiento de invernadero es porque
la estratosfera más baja se enfrió al mismo tiempo, lo cual es de
esperar según la teoría del efecto invernadero. Si, como algunas
personas sostienen, “todo se debe al sol”, entonces se calentaría toda
la atmósfera.
Interesantemente,
cuando el calentamiento atmosférico en las capas más bajas se detuvo
luego de 1998, la estratosfera también dejó de enfriarse. Lo que está
sucediendo ahora es difícil de comprender conforme las temperaturas de
la superficie están siendo constantemente reajustadas.
De manera que, luego
de permitir que haya una pequeña porción de alguna otra influencia sobre
este segundo periodo de calentamiento, nos quedamos con la noción de
que el calentamiento máximo causado por los humanos está en algún lugar
entre 0,4 y 0,5 grados Celsius —la mitad del total causado desde la
Revolución Industrial.
Esto tiene
implicaciones gigantescas. Si, como asume erróneamente el Acuerdo de
París, todo el calentamiento de 0,9 grados es el resultado de la
actividad humana, no hay manera en que el objetivo ambicioso de 1,5
grados pueda alguna vez ser satisfecho. Gracias a la gigantesca inercia
termal del océano, los modelos actuales muestran que hay entre 0,4 y 0,6
grados de calentamiento por venir, incluso si las emisiones fueran
mantenidas en los niveles del año 2000. Eso es un total de calentamiento
garantizado desde ya de 1,5 grados. Satisfacer el objetivo de 2 grados
permite solamente medio grado adicional de flexibilidad. El Acuerdo de
París solo mitiga alrededor de 0,2 grados de calentamiento. Nuevamente,
creyendo en esos modelos, eso implicaría un calentamiento adicional de
más de 2 grados Celsius en este siglo.
De manera que incluso
según los propios modelos climáticos de las Naciones Unidas, esto es
científicamente imposible. El Presidente Trump tenía, por lo tanto,
suficientes argumentos para retirarse de este acuerdo.
Además, los modelos
que constituyen la base del Acuerdo de París están prediciendo demasiado
calentamiento en la atmósfera baja, y erróneamente prediciendo un
calentamiento dramático de la atmósfera alta sobre los trópicos. La
mayor parte de la precipitación en la tierra es el resultado de una
diferencia de temperaturas entre las capas inferiores y las que están
más arriba. Si usted registra mal estas, cosa que los modelos climáticos
hacen de manera sistemática, los modelos resultan ser de poca utilidad.
Hay otros métodos de
estimar el calentamiento futuro que se basan más en la realidad, y estos
indican que habrá un aumento de temperatura en el siglo 21 más cercano a
1,4 grados Celsius. Agregando eso al máximo de la contribución humana
hasta la fecha de 0,5 grados nos rinde 1,9 grados, cumpliendo de esa
manera con el objetivo de París sin el Acuerdo de París.
Este es un argumento adicional por el cual convenía salir del acuerdo. (Instituto Cato).
BLOG ORLANDO TAMBOSI
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